Transcurridos cinco meses desde que el Grupo Pescarmona de Argentina entró en cesación de pagos sobre bonos por US$390 millones, sus acreedores están en gran medida resignados a la idea de que recuperarán muy poco, si es que recuperan algo, de su dinero. Los títulos, respaldados por el holding del operador de parques eólicos Venti SA, tienen un valor de apenas seis centavos por dólar, según precios recopilados por Mizuho Securities Co.
Los bonistas tuvieron una confirmación adicional de sus horribles perspectivas esta semana, cuando recibieron una propuesta para renegociar la deuda que les pide aceptar pérdidas de 85 por ciento de capital.
La perspectiva cada vez más sombría para los acreedores subraya las dificultades de verse potencialmente obligados a solicitar el pago ante la justicia de Brasil, donde también opera y donde se presentó la reestructuración, además de Argentina, según Vaquero Global Investment. “No es un buen punto de partida para los bonistas porque los descuentos son muy grandes”, dijo por teléfono desde Nueva York John Haugh, estratego corporativo para América Latina en Mizuho.
La unidad brasileña de Venti, Wind Power Energia SA, presentó la propuesta para reestructurar US$1.100 millones de deuda ante la justicia estatal de Pernambuco, Brasil, el 13 de marzo.
