Todavía ahora el Partido de la Liberación Dominicana sufre los resabios de los resultados de las elecciones presidenciales del 5 de julio pasado. Hay muchos dirigentes y militantes que no se resisten a asimilar que tuvieron que dejar el poder y transferirlo al Partido Revolucionario Moderno.
El revés en los comicios permite ahora que miembros de esa entidad política tengan aval para exigir la reestructuración interna frenada desde hace varios años, lo que se entiende que podría permitir un nuevo relevo en las direcciones de los comités Político y Central, en las cuales hay dirigentes de una larga data que deberían dejar el espacio a nuevas figuras.
Para octubre se espera que el Congreso convocado se constituya en el escenario ideal para que broten los dolores internos y las frustraciones acumuladas por años, que pudieron ser desbordadas por el miedo a la persecución del poder. En el PLD se exigen “cabezas” por la derrota electoral.
Renuncias
En los últimos días se conoce de las renuncias de los viejos dirigentes peledeístas Laureano Guerrero y Octavio Líster, quienes alegan en sus justificaciones que el PLD ha perdido sus principios y la ética por las cuestiones que fueron perseguidas para retener y mantener el poder, que fue perdido en las elecciones de julio.
Se dice que otros miembros podrían tomar el mismo camino que Guerrero, Líster y los senadores Dionis Sánchez y Félix Bautista, como otros cinco diputados que decidieron integrarse a la Fuerza del Pueblo que lidera Leonel Fernández.