¿Percepción nada más?

¿Percepción nada más?

¿Percepción nada más?

La manera reiterativa con que importantes funcionarios del Gobierno aseveran que no hay tal auge de la delincuencia como se alega, me hacen pensar que tal vez se trata de una línea estratégica bajada desde lo alto para tratar de convencer a la ciudadanía de que la inseguridad que vive la sociedad es solamente una percepción.

Esa misma palabrita (percepción) ha sido utilizada repetidas veces por ministros, jefes policiales y otras personas investidas de autoridad, para contraponerla a la realidad.

 En realidad, no creo que haya estadísticas confiables para medir la criminalidad, pero lo cierto es que nunca antes habían tantos asesinatos, atracos, secuestros y violencia de todo género como los que nos reportan a diario los medios de comunicación masiva.

Pregúntenle, por otro lado, a cualquier persona que haya perdido a un ser querido en uno de esos trágicos hechos delincuenciales, si para ella hace alguna diferencia lo real o lo perceptible.

 La respuesta es obvia y va necesariamente ligada a la incapacidad de los organismos responsables de velar por el orden público.

Una vez más se plantea la necesidad de una reingeniería de nuestros institutos policiales, que, debemos admitirlo sin rubor, demuestran cada día ser insuficientes, ineficaces y desesperanzadoras.

Para mí este tema constituye una alta prioridad y reviste extremada urgencia. No se trata de una simple percepción.



El Día

Periódico independiente.

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