SANTO DOMINGO.– “No puedo hablar, he recibido un buen trato”, afirmó ayer el expelotero de Grandes Ligas, Sammy Sosa, al salir de la Procuraduría General de la República tras ser interrogado por segunda vez por la operación “Pulpo”.
El exjugador ha sido requerido por la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción para hablar de sus vínculos y de un hermano suyo con empresas del detenido Alexis Medina, hermano del expresidente Danilo Medina, por las irregularidades que se les atribuyen en el pasado Gobierno y ser supuestamente el cabecilla de la red desmantelada en la Operación “Pulpo”.
El Pepca investiga una supuesta autorización que una de las empresas de Alexis Medina habría otorgado a Sammy para que el 31 de octubre del 2017 gestionara un préstamo o una línea de crédito de US$10 millones ante una entidad bancaria dominicana.
Sosa habría recibido autorización para firmar cualquier tipo de documentación que fuese necesaria a dichos fines, así como disponer del dinero como entendiera pertinente.
Se investiga también a un hermano de Sosa por presuntamente haber recibido autorización para abrir una cuenta en el Brickell Bank de Estados Unidos para un préstamo o línea de crédito de US$4 millones.