SANTO DOMINGO. -El presidente en funciones de la de la Fuerza Nacional Progresista, Pelegrín Castillo, denunció que las autoridades haitianas y sus aliados en Estados Unidos preparan un plan para desestabilizar a República Dominicana que consiste en desacreditar al país perfilándolo como un estado criminal.
Advirtió que el plan que procura imponer con violencia y traición “la solución dominicana a los problemas de Haití”, tiene el objetivo fundamental de provocar tanto un éxodo abrupto y descomunal de millones de haitianos hacia República Dominicana, como forzar una intervención y ocupación multilateral de todo el país o en la zona fronteriza de las dos naciones, alegando “razones humanitarias”después de que escalaran los conflictos en Haití.
«La Fuerza Nacional Progresista señala que esas fuerzas conjuradas contra la República Dominicana, no solo están extendiendo la violencia y el caos en Haití con el empleo de métodos terroristas y el envío de más armas, municiones y explosivos desde EEUU y otros países de la región, sino que están estimulando la afluencia de cientos de mercenarios y voluntarios desde distintas partes del mundo, mientras deliberadamente se bloquea, mediatiza o ralentiza el envío y despliegue de la Misión Policial Multinacional de Pacificación de Haití, que encabeza Kenia y que fue autorizada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas», dijo
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Asimismo, señaló que la Fuerza Nacional Progresista reitera su disposición de asumir con su cuerpo de abogados, y el de respetables movimientos patrióticos, la representación legal de los oficiales de migración y el Ejercito de República Dominicana, cuando son injustamente acusados, como es el caso reciente del incidente provocado por suboficiales en retiro de las FFAA de los EEUU, de ascendencia haitiana, en el cruce de Dajabón.
Reclamó al presidente Abinader poner en ejecución el Pacto de Nación para Políticas de Estado, que el mismo convocó el 27 de Febrero del 2023 y suscribió el 26 de Octubre del mismo año , para empoderar al pueblo dominicano a que sea el principal defensor de su propia existencia amenazada, «demostrando al mundo que somos una nación emblemática, unida, consciente y movilizada, que merece y exige respeto de sus derechos inalienables».