En 2010, Victoria Curthoys eligió las paradisíacas playas de Tailandia para pasar sus vacaciones. Ahí se hizo un pedicure con peces en un establecimiento que parecía muy limpio y ordenado.
Luego comenzó a sentir algunas fiebres y malestar general y al no detectar a tiempo lo que padecía los médicos le amputaron todos los dedos.