Pedernales debe recibir el turismo con chaqueta corbata y bombín

Pedernales debe recibir el turismo con chaqueta corbata y bombín

Pedernales debe recibir el turismo con chaqueta corbata y bombín

Bahía de las Águilas, Pedernales.

SANTO DOMINGO.-Pedernales tiene prisa, pero los gobiernos ni los inversionistas han podido nunca correr, como ellos esperan, para la concreción de un siempre esquivo desarrollo del turismo.

Ellos miran hacia este negocio con la esperanza de volver a vivir las buenas condiciones económicas, como en un pasado de hace 40 años, antes de la ruina de la industria del aluminio bajo el empuje del plástico.

Una vez tuvieron la mina de bauxita de Aceitillar, operada durante 25 años, desde 1958, por la Alcoa Exploration Company. De aquel tiempo quedan huellas culturales visibles para cualquier visitante: los huecos en la parte de la loma de donde era extraído el mineral, un área del pueblo acondicionada para gerentes y otros empleados, las vías para exportar la tierra extraída de la cima, el puerto y un aeródromo de tierra.

Ahora, de acuerdo con información originada en Madrid durante la Feria Internacional de Turismo, los pedernalenses pueden mirar al futuro con un poco más de optimismo.
El presidente Luis Abinader estuvo en Fitur desde el día 17 de enero, lunes; hasta el día 21, viernes, y allí anunció que las inversiones tocan a las puertas de Pedernales.

La promesa
“Seis hoteles iniciarán sus operaciones durante la apertura de la primera fase, para lo cual ya las cadenas hoteleras Hilton, Marriott, Sunwing, AmResorts, Iberostar Group y Karisma Hotels & Resort han firmado carta de compromiso para empezar la construcción de sus hoteles a partir de mediados de este año”, señala una nota de la Presidencia de la República sobre la intervención de Abinader durante la presentación del Plan Maestro de Desarrollo Turístico de Pedernales (nota completa en https://presidencia.gob.do/noticias/presidente-abinader-revela-que-en-proyecto-de-desarrollo-turistico-de-cabo-rojo-pedernales).
Pedernales hoy

Según información del Departamento Aeroportuario, en la segunda semana de enero su director, Víctor Pichardo, hizo una visita de inspección de los terrenos que se estudian para la construcción del aeropuerto internacional de Pedernales, localizados en la comunidad Tres Charcos.

Y por si acaso y se les vuelve inalcanzable, algunos turistas locales se arriesgan en las condiciones actuales.
Hay mucho para curiosear, pero sin demasiadas ilusiones si se anda a la busca de sol, arena y diversión. El entorno es de una belleza rara, diferente —algunos no la entienden—, y en las condiciones actuales nadie va a encontrar las maravillas de alojamiento, atenciones e instalaciones de la costa desde Ciudad Cana hasta Puerto Plata.

Un oasis
El pueblo es pobre, pero interesante. Si se tiene interés en la historia del país y de la composición orográfica, climática, de la flora y la fauna, es para tener un ameno viaje de unas cuatro horas desde la Capital, una parte de ellas con el Bahoruco a un lado.
Lo que hoy es provincia era, hasta 1957, parte de Barahona. El pueblito, en cambio, es un poco más antiguo.
Le tocó a Sócrates Nolasco —intelectual de formación hostosiana— borrar a Juan López y establecer allí los fundamentos del poblado en 1927 como parte de la colonización de la frontera en el gobierno de Horacio Vázquez. Los nombres de los lugares son el rastro de asentamientos precarios de haitianos que fueron, en el gobierno de Ramón Cáceres (Mon), motivo de un importante movimiento militar en 1908.

El poblado, establecido a poca distancia de la desembocadura del río Pedernales, límite suroeste del país de los dominicanos, le puede parecer humilde a quien ha salido de la Capital y se ha detenido en Barahona. Si se llega, en cambio, desde Haití como le tocó al autor de estas notas, es para maravillarse. Después de unas horas en el vecino Anse-A-Pitre (Sapito, dicen por allí) el regreso a Pedernales puede parecer el ingreso a una civilización deslumbrante.

Bienestar y tropiezos
Al año siguiente de que fuera declarado provincia se estableció la Alcoa, pero lo ideal para saber lo que significó es oír hablar a los habitantes de 50 años o más. En el 83 fue cerrada la operación bajo el peso del plástico como sustituto del aluminio y se impuso la pobreza. En el año 91 llegó Moisés Fernando Marchena Arredondo (Doctor Marchena), quien por poco se apropia del pueblo.

En el año 95 fue traspasada la parcela 215-A al Instituto Agrario Dominicano, entonces bajo la dirección de Jaime Rodríguez Guzmán, para el establecimiento de un asentamiento agrario sobre piedra búcara y en este hecho está la base de la litis y las dificultades de Pedernales.

Un cura y Candelier
Los que creen que la política empieza en los partidos y termina en Palacio debieran saber que anda por todas partes, incluidos los cuarteles y los negocios privados. Y esto también lo ha vivido Pedernales.

A Pedro de Jesús Candelier lo iban a botar de la guardia, ¿por qué? Haber sido guardaespaldas de Asela Mera, esposa del presidente Salvador Jorge Blanco (PRD-1982-86), lo hacía sospechoso.

Pedernales era, entonces, punto caliente del contrabando del azúcar y hacia allá mandaron al mayor del Ejército de quien se esperaba que se aliaría con los contrabandistas, pero los persiguió y de allí salió hecho el campeón que conoció la opinión pública gracias a la valentía del padre Raúl Pérez, un valladar frente a familias grandes y pequeñas dedicadas al trasiego de Azúcar para Haití.

Cuando lo acorralaron se fue a la Capital y encontró la vía para contarle al presidente Joaquín Balaguer (1986-96) lo que pasaba, quien a continuación hizo del mayor el Candelier que fue: una leyenda de mano dura, arbitrariedades y opinión pública.

Ahora es el turno del turismo y desde España el presidente Luis Abinader pinta pajaritos y cactus de colores que según sus palabras representarán 20 mil empleos directos y 50 mil indirectos .

Proceso

—1— Lo primero
Tras la salida la Alcoa, Pedernales tuvo a Doctor Marchena, que compró medio pueblo.
—2— Asentamiento
En 1995 fue ideado el asentamiento del IAD en Bahía de las Ágilas.
—3— El turismo
En el fondo de todas estas operaciones siempre ha estado la idea del negocio turístico.

Un desafío migratorio a superar en Pedernales
La frontera. La cercanía con Haití plantea un desafío migratorio práctico. Si para quienes van a Ciudad Cana, en el extremo oriental del país, les resulta sorprendente su presencia en Hoyo de Friusa y en Matamosquitos, ¿qué no sucederá en Pedernales?

Tal vez la experiencia de Codevi, en Dajabón, puede servir de base para organizar el asunto migratorio, de manera que los haitianos vivan en sus comunidades y las mejoren con sus ingresos.
Será inevitable su presencia en los campos, en la construcción y en los “servicios”, pero hay que empezar con orden.



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