Santo Domingo.-El Comité Central del Partido Comunista del Trabajo (PCT) manifestó que observa con optimismo el esfuerzo que desarrollamos varias organizaciones y ciudadanos progresistas y de izquierda, para construir una Coalición Política- Electoral que se convierta en una opción como el canal para que en el 2024 las mayorías populares voten en favor de candidaturas que en los distintos estamentos del Estado defiendan sus intereses y los del país.
La organización política expresó que de acuerdo a cómo desarrollan las discusiones, y se constatan coincidencias políticas, de propósitos y voluntades entre varios partidos y movimientos, todo parece indicar que antes de que concluya este año, podrá haber niveles de acuerdos importantes entre estos, y que el pueblo dominicano recibirá el año nuevo con una coalición política que procurará convertirse en una nueva mayoría política para disputar el poder a los partidos tradicionales que han dominado el régimen desde 1966 hasta hoy.
Al confirmar la línea política aprobada en su X congreso nacional, el Comité Central del PCT hizo un análisis de la coyuntura en curso.
A continuación, el texto íntegro del PCT:
Está en marcha el proyecto reeleccionista. El presidente Luis Abinader apura un discurso cada vez más de derecha, montado en el antihaitianismo, que es un tema que siempre ha sido bandera de los sectores más conservadores; y así mismo, asume un discurso de supuesta voluntad de hierro para combatir la delincuencia y la inseguridad ciudadana, que es otro tema que preocupa a una gran mayoría.
Al mismo tiempo, mueve todos los resortes del Estado, incluyendo los ayuntamientos bajo control del PRM, para incrementar y ampliar las políticas de caridad pública hacia el pueblo, en la pretensión de que desarrolla políticas de bienestar social, que tienen un propósito clientelar, de mantener cautiva una masa de votantes.
Poniendo en relieve el antihaitianismo, el gobierno- PRM compite en buena lid por la conquista del conservadurismo con Leonel Fernández, Abel Martínez y sus respectivos partidos; al tiempo que ha logrado colocar en bajo perfil los problemas principales del país, incluyendo la incertidumbre que pesa en el pueblo sobre la persecución a la corrupción de anteriores gobiernos y del propio.
También vela de aquella manera su incapacidad para darle solución a los problemas más acuciantes del pueblo y del país, y revelarse ante gran parte de estos como » más de lo mismo».
El gobierno- PRM ha quedado ya revelado en que, por definición de su proyecto pro- oligarca y neocolonial, no ha podido ni podrá disponer de un modelo que signifique un nuevo rumbo político, económico y social al país.
Es claro que fuera de la honestidad personal del presidente en el manejo de recursos del Estado, no tiene nada nuevo que pueda encantar a las mayorías nacionales, y así, se iguala a los anteriores incumbentes inmediatos que le antecedieron.
En un estado de incertidumbre sobre la persecución y castigo a la corrupción de los anteriores gobiernos, que fue bandera emblemática del gobierno, este se iguala a los anteriores; y en sus aprestos reeleccionistas tiene que apelar a una bandera que le permita entrar a un valor hegemónico en la opinión mayoritaria del país: el antihaitianismo.
Entre los proyectos de Luis Abinader, Leonel Fernández y Abel Martínez, hay una coincidencia esencial: no han resuelto los problemas nacionales que se esperó resolvieran, que en campaña electoral prometieron resolver; y para velar ese hecho asumen el antihaitianismo como la cuestión principal de la problemática nacional.
Otro hecho distintivo y de extraordinaria importancia es que el movimiento popular se reactiva y crece, principalmente con la demanda de seguridad social digna, lo que abre una posibilidad significativa para generar una ambientación política y popular nueva, en la que las propuestas políticas alternativas pueden desarrollarse.
El Comité Central llama a la militancia del PCT a continuar de manera militante en el camino de la unidad y la lucha de los sectores populares, a fortalecer la condición de tribunos que expresen los intereses de las mayorías, así en las protestas sociales como en la lucha electoral.