SANTO DOMINGO.-Varias pausas, algunas hasta de dos minutos, impidieron que el artista Carlos Silver implantara el récord Guinness de más horas cantando de forma corrida, hazaña que inició el pasado viernes y culminó la mañana de ayer.

La información fue ofrecida por Carlos Tapia, representante de Guinness World Records, quien explicó que las pausas no podían pasar de 30 segundos de no ser en los horarios establecidos y ellos encontraron varias que pasaban de ese tiempo y por esa razón, desafortunadamente, no logró la hazaña.

Tapia reconoció el esfuerzo que hizo Silver, quien cantó por más de 100 horas, y eso es algo que los dominicanos deben celebrar y esa muestra de afectos se vivió en las redes sociales y en el lugar donde estaba cantando (Parque Eugenio María de Hostos) y en el público a nivel general.

“Nosotros tomamos los lineamientos oficiales, que nos indican que debe haber un cronómetro en cada hora que canta, lo cual debía mantener en Carlos Silver una calidad vocal, lo cual también se mantuvo. Cada canción debía tener una duración de dos minutos, y también ese punto se cubrió.

En donde se falló fue en la regla de los 30 segundos, el participante no puede dejar de cantar por más de 30 segundos, a no ser que sea en sus minutos de descanso, y en su caso, en los videos que revisamos detectamos pausas hasta de 2 minutos, razón por la que en esta ocasión no se logra el cometido y eso es una verdadera pena”, concluyó el mexicano Carlos Tapia.

Muestra de apoyo

El artista, que fue apoyado por un sinnúmero de personas que cada día se agrupaban en la casa de cristal que tenía como escenario, expresó que le dijo a su madre que si llegaba a morir en el intento de lograr la hazaña lo enterrara con una sonrisa.

“Me dieron dos choques eléctricos, luego el corazón también me tumbó. Es un riesgo de muerte este reto, pero yo lo asumí y le dije a mi mamá: madre, si yo me muero en este reto entiérrame con una sonrisa”, expresó Silver, sin poder contener las lágrimas.

Desorientado

— Se va de la clínica
Carlos Silver despertó un tanto agresivo en la clínica Cruz Jiminián, por lo que el galeno tuvo que darle el alta a petición de sus familiares, un comportamiento producto de todo el tiempo sin dormir.