Santo Domingo.-El pastor Ezequiel Molina denunció que la situación de la delincuencia en el país ha llegado a un grado tal, que  oficiales de la Policía Nacional han tenido que abandonar el sector donde residen por temor a que ellos o sus familiares sean víctimas de los criminales.

Molina quien por 50 años ha encabezado los primeros de enero de cada año una multitudinaria concentración evangélica denominada Batalla de la Fe, sostuvo que ese temor también lo sienten jueces y fiscales a la hora de acusar, juzgar y sancionar a violentos y antisociales.

Agregó que ya los delincuentes no respetan a policías, militares, jueces, fiscales, ancianos o mujeres para cometer sus fechorías y recordó que hace apenas varias semanas dos criminales asaltaron en Baní a una madre para despojarla de una passola y para eso no tuvieron piedad de que la dama andaba con una criatura de dos años a quien asesinaron en la acción.

Dijo que las autoridades tienen que ser “mano dura” contra la delincuencia y el crimen organizado.

Sostuvo que hasta en la biblia se contempla que la autoridad tiene una espada en las manos y no es para cortar manzanas ni para pelar plátanos.

“Yo conozco el caso de un capitán de la Policía que tuvo que abandonar el sector en que residía por temor a que los delincuentes que hacen vida allí atenten contra él y su familia”, precisó el pastor Ezequiel Molina.

Calificó como sumamente alarmante la cantidad de agentes policiales, sin importar el rango, que han perdido la vida a mano de delincuentes, quienes además los despojan de su arma de reglamento.

Entrevistado por Héctor Herrera Cabral en el programa D´AGENDA que cada domingo se difunde por Telesistema canal 11, pidió a los representantes de los derechos humanos que ejerzan sus funciones en su  propia casa, porque los delincuentes y criminales no entienden otro lenguaje que no sea el que ellos predican.

 Ezequiel Molina  teme por la vida del Papa Francisco

El Pastor evangélico Ezequiel Molina advirtió que los intereses que está afectando el Papa Francisco como jefe de la Iglesia Católica, puede conducir a un atentado en su contra.

El evangelista recordó que ya hay precedentes en el Vaticano sobre ese particular cuando un sector entiende que se está afectando contra sus intereses grupales o económicos.

Dijo que aunque el ministerio cristiano que ejerce es distinto al del catolicismo, reconoce que tras la llegada del pontífice de origen argentino se han producido una serie de cambios positivos en la Iglesia Romana.

Definió al Papa Francisco como un hombre humilde y sencillo que con sus acciones y comportamiento de cada día se pone del lado del que meno puede.

“Sin embargo, ese comportamiento, y lo que viene haciendo desde que se convirtió en Papa puede poner en peligro su vida, y ya en la Iglesia Católica hay precedente en ese orden de idea”, explicó el pastor Molina.

Dijo que de todo modo el mundo está viviendo los últimos días, porque la humanidad está transitando los derroteros de las ciudades bíblicas Sodoma y Gomorra.

Dijo que quien lo dude solo tiene que ver lo que está pasando con la destrucción de la familia, porque el hombre ha entrado en franca rebeldía contra Dios, a tal punto que ya se le llama matrimonio a las relaciones carnales de hombres con hombres y mujeres con mujeres.

Explicó que quien espera que el mundo se acabe cogiendo fuego no está haciendo una correcta interpretación de la Biblia, ya que el verdadero fuego lo está produciendo el hombre con su descarriamiento.

Ezequiel Molina dijo que para seguir llamando la atención en ese sentido su Iglesia ha tomado como mensaje “tiempos de lágrimas” la concentración que tiene el próximo primero de enero en el Centro Olímpico  que será la número 50 de la actividad espiritual denominada “La Batalla de la Fe”.

En otro orden, el líder religioso llamó a la comunidad internacional  y a unas cuantas ONGs que hay en el país a respetar la soberanía dominicana en torno al caso haitiano, y rechazó que los dominicanos sean racistas y maltraten a los inmigrantes de la vecina nación.

Dijo que ese es un argumento que han tenido los gobernantes haitianos para justificar el estado de miseria y calamidad en que tiene sumida a su población.