Paseo por el Caimán Verde
“Cada cubano y cubana es un mundo”. Es una expresión que escuché varias veces mientras daba un paseo por el Caimán Verde, la isla más grande de las Antillas Mayores… Cuba.
Para las personas que se identifican con el concepto “Revolución”, en algún momento de su vida deben visitar este país. Una cosa es lo que se dice y otra muy distinta es lo que es.
Pasear por las calles de La Habana, conocer los municipios Playa y Boyero, montarse en un P-12 (guaguas públicas parecidas a las OMSA que por su ruta se les llama así); caminar a pie en toda La Habana Vieja y deleitarte con las infraestructuras cincuentenarias conservadas intactas desde su construcción… Montarse en los famosos almendrones (los carros de los años 50 que ahora son patrimonio cultural en Cuba); hacer una fila más larga que la avenida 27 de febrero de Santo Domingo, para probar el famoso helado cubano “Copelia”; bajar a pie por la rampa habanera hasta llegar al malecón y sentarte en su borde hasta que el mar te obligue a desocuparlo. Leer los periódicos “El Guerrillero” y “Granma” para saber su actualidad; escuchar Radio Reloj, la emisora que te dice la hora cada un minuto. Conocer la cueva del indio, ver los mogotes en Viñales; conocer el pueblo de Pinar del Río subida en una bicicleta; comer puerco; ir a Matanzas, la Atenas de Cuba y subirse en sus puentes; bañarse en Varadero; conocer el Parque Josone y su historia de amor obsesivo; ver el atardecer en Boca Marioca, subir en un Coco Taxi en el Vedado; saludar al caballero de París; ver el mural de la pre-historia, conocer la Plaza de la Revolución y llorar de la emoción con los pasajes de José Martí…
Comprar recuerdos cubanos en su Feria de Arte La Rampa; escuchar a Pancho hablar de Son en una peña cultural, para cerrar el paseo al ritmo de este género cubano. Ver el Monte de las Banderas, como recordatorio de todo lo que el imperialismo le ha hecho a ese pueblo… vivir como un cubano, conocer su gastronomía y adaptarse a su rutina. Todo esto me hizo cambiar de parecer en muchos aspectos de mi vida, pero como este espacio es limitado, solo haré referencia al concepto de revolución y libertad.
El diccionario de la Real Academia Española define la libertad como “la facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos”. Sin embargo, hace 54 años un grupo de jóvenes luchó por la libertad de un país bajo el concepto de “revolución”… pero durante esos 54 años, ese concepto se ha estancado en la historia.
Aristóteles definió el concepto de revolución como un cambio social fundamental en las estructuras de poder o la organización que toma lugar en un período relativamente corto. Entiendo que extender este cambio social durante 54 años evidencia la falta de libertades y la existencia de privaciones que reducen las posibilidades de opciones y oportunidades para que los cubanos puedan elegir lo que valoran en la vida.
En síntesis, hay muchas cosas además del ingreso, que influyen en las libertades y oportunidades de las personas, como el respeto a la ley, una justicia creíble, calidad en la educación, calidad en los servicios de salud, etc. Estas libertades no dependen de la riqueza para disfrutarlas. Sin embargo, la libertad más importante que tiene un ser humano es la libertad de poder elegir.
En este caso, la necesidad ha generado la capacidad en las personas de crear sus propias oportunidades, lo que en el paradigma de desarrollo humano se le llama “capacidad de agencia”. Construir sus propios carros, inventarse un bicitaxi como medio de transporte, entre un sinnúmero de cosas que solo se ven en Cuba, los hace un pueblo heróico, un pueblo valiente. Que a pesar del bloqueo han podido seguir evolucionando.
Cuba tuvo su momento de revolución. Eso no quiere decir que el país deba detenerse en ese proceso. “El que no evoluciona, se extingue”, por ende a Cuba le tocará evolucionar con los tiempos y con la sociedad. Respetando su historia y conservando su cultura. Esta evolución se anhela, pero con nuevas caras e ideas de las generaciones que surgen.
Cito al poeta, político, cubano, José Martí: “El que se levanta hoy por Cuba, se levanta para todos los tiempos”. Falta poco para que el mundo conozca, una nueva Cuba.
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