El Día 
Es costumbre, cuando nos acercamos a la línea divisoria que separa a un año que se va de otro que llega, pasar balance y hacer pronósticos.
En el transcurso de doce meses pueden suceder muchas cosas, buenas y malas, por lo que no resulta tarea fácil sacar cuentas sin pecar de injustos en la valoración de todo lo acontecido. Hecha esa advertencia, me aventuraré a señalar un solo hecho, uno solo, que podría calificarse de representativo del año 2009 en la República Dominicana: el auge cada vez más acelerado e invasivo del narcotráfico y la drogadición.
El tenebroso comercio de las drogas ya no considera a este país solamente como una simple ruta para llegar a otros mercados, sino que nos está explotando abiertamente como lo que somos, un mercado con vida propia. Y detrás de las drogas, el crimen organizado, la inseguridad ciudadana y los barrios inseguros.
Lo peor de todo es la participación creciente y evidente de policías, guardias, fiscales, jueces y funcionarios en esas actividades, infiltrados entre los hombres y mujeres serios que todavía quedan, aunque usted no lo crea.
¿Seremos capaces de librarnos en 2010 de las garras de esa fiera que se ha enseñoreado del país en 2009? Esta es la hora de hacer pronósticos. Yo, por mi parte, todavía creo posible vencer al monstruo, si tomamos conciencia y nos unimos todos en ese propósito, como lo hicimos con Martha Heredia. La comparación es osada y utópica, pero no imposible.
