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Pasajeros sentían que el fuego estaba sobre ellos en el Metro

Estarlin Taveras Por Estarlin Taveras

Santo Domingo.-Visiblemente conmocionada y entre sollozos, Merilín de León, quien sobrevivió al “atentado” provocado ayer por un joven en uno de los vagones de la línea II del Metro, narró que el pánico se apoderó de las personas que se trasladaban en el tren a primeras horas de la mañana.

“Un hombre tiró una mochila prendida. Yo no sé si fue él que la prendió, pero la tiró encima de nosotros”, explicó entre gemidos De León.

“Ay ma!”, se lamentaba la joven que se dirigía a su lugar de trabajo y abordó el tren en la estación Eduardo Brito, ubicada en el puente Francisco del Rosario Sánchez, mejor conocido como “El de la 17”.

La mujer que recibió quemaduras en ambos brazos y en los pies forma parte de las 19 personas que fueron ingresadas en el Hospital Luis Eduardo Aybar (el Morgan), entre ellas algunas con quemaduras de primero, segundo y tercer grado.

Momentos de tensión

“Yo tenía fuego por arriba de mí y me tiré para el piso, todos estábamos alborotados. Le vociferamos al que estaba operando el metro que abriera las puertas”, dijo De león cuando era atendida en la emergencia del centro de salud.

A su lado se encontraba su madre quien no dejaba de recibir llamadas y lloraba al ver a su hija tendida en la cama con los brazos vendados.

La situación de terror se produjo mientras el tren se desplazaba en dirección Este-Oeste desde la parada Ramón Cáceres, que está próximo a la avenida Juan Pablo Duarte, hacia la estación Mauricio Báez, que colinda con la escuela República Dominicana del sector de Villa Juana.

Un denso humo que circulaba por todo el vagón provocó que la máquina se detuviera en medio del trayecto. Posteriormente se abrieron las puertas y fue en ese instante cuando los pasajeros empezaron a salir despavoridos en medio de la oscuridad del túnel.

“Cuando me tiré del tren me cayeron encima, porque todos querían salir y no podíamos respirar”, manifestó la joven, quien dijo no olvidará la espeluznante tragedia.

Solidaridad en el dolor

En medio de la tragedia las personas que resultaron ilesas ayudaban a los lesionados a salir del tren, quienes recibieron los primeros auxilios en las estaciones mencionadas.

“Hay contusiones diversas y posibles fracturas de tibia y peroné, al igual que quemaduras de segundo y tercer grado. Otras personas tienen problemas respiratorias por el humo”, informó Delfin Vásquez, director de operaciones de la Defensa Civil.

En videos grabados por algunos que se encontraban dentro del vagón se observa como la solidaridad afloraba en el lugar. “A mí tuvieron que cargarme para poder llegar a la Mauricio Báez”, dijo un jovencito que resultó lesionado.

Los afectados

La mayoría de los afectados fueron dados de alta tras ser evaluados por el personal médico del área de emergencia del centro asistencial.

Dentro de ellos estuvieron Vanessa Suero, de 33 años; Leoncio Emiliano de 44; Carlos Alejandro Radhamés, de 60; Junior Mariano Sánchez, Manuel Emiliano Salas, José Alfredo Cruz y Noemí Saviñón, de 20 años.

Sin embargo, Francisco Alberto González Gil, de 30 años, quien resultó con quemaduras en el 70% de su cuerpo aún se encuentra en la Unidad de Quemados.

Eddy Bruno, director de ese centro, informó que el paciente se encuentra estable dentro de su condición .

Las víctimas del atentado residen en el ensanche Ozama, Espaillat, Sabana Perdida, María Auxiliadora, Gualey y otros.

Niega vinculación

Isidora Silvestre Gil, madre de Francisco Alberto González Gil, quien era señalado como el responsable del incidente, negó que su hijo causara el hecho.

“Yo soy su mamá y conozco a mi hijo. Sé que no es capaz de hacer nada de eso; es un muchacho que siempre anda por la regla y no es capaz de matar ni una mosca”, dijo la señora Silvestre Gil.

El joven labora en un centro comercial de la avenida Winston Churchill y es estudiante de Publicidad.

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