Un anciano de 84 años llegó con dolencias al hospital Causeway en Coleraine, Irlanda del Norte, con algunas dolencias.

Los médicos, tras hacerle varios exámenes no podían creerlo, prácticamente todo el lóbulo frontal derecho del cerebro había desaparecido. En su lugar, había una burbuja de aire, pero no quiso cirugía.