París.- París restablece hoy algunos de los tradicionales festejos de la Nochevieja que fueron anulados el pasado año tras la conmoción de los atentados yihadistas que golpearon la ciudad un mes y medio antes, pero lo hace con unas fuertes medidas de seguridad, a imagen del riesgo terrorista.
Un total de 10.300 personas, entre policías, gendarmes, militares, bomberos y agentes municipales, participan en este dispositivo de seguridad del área metropolitana de París, con la avenida de los Campos Elíseos como punto más sensible.
En esa avenida y en sus alrededores se espera a cerca de 600.000 personas que esta vez podrán volver a disfrutar de los clásicos fuegos artificiales de medianoche, precedidos desde tres horas antes por diferentes animaciones.
Así, se van a proyectar en pantallas gigantes imágenes de la ciudad asociada al olimpismo, en alusión a la candidatura de París a los Juegos de 2024, y más tarde una proyección sobre el Arco de Triunfo con diversos efectos ópticos.
En la parte baja de la avenida, próxima a la plaza de la Concordia, otro atractivo para los turistas y paseantes es el mercado de Navidad con dos centenares de puestos, que como el del Campo de Marte a los pies de la torre Eiffel (con un centenar), y muchos otros en distintos puntos de la ciudad, van a estar abiertos hasta principios de enero.
Para acceder al área de los Campos Elíseos, donde van a estar vigilando 1.700 agentes, las personas que quieran celebrar el Año Nuevo en la calle tendrán que someterse a controles de bolsos, mochilas y abrigos, y la circulación va a estar cortada desde media tarde.
Además, se han colocado bloques de cemento para evitar la invasión de las zonas peatonales con vehículos, como ocurrió en los atentados de Niza, el 14 de julio, o de Berlín, el 19 de diciembre.
En toda Francia, van a ser casi 96.000 efectivos de seguridad (52.600 policías, 36.000 gendarmes y 7.000 gendarmes) los que tratarán de que la fiesta de Nochevieja no se vea enturbiada por incidentes ni, sobre todo, por nuevos ataques yihadistas, teniendo en cuenta que la amenaza terrorista, según el ministro francés del Interior, Bruno Le Roux, “sigue siendo fuerte».