Se escucha repetida y precozmente, somos pareja. En ocasiones es mejor decir andamos juntos, salimos, nos estamos conociendo y hasta somos novios. Esto, por las razones que voy a exponer. La conformación de una pareja no se basa en estar apegados uno al otro, esto solo puede crear dependencia y frustraciones además de resentimiento en muchas personas al perder su individualidad y no poder seguir buscando y encontrar su camino.

Una pareja debe hacer un compromiso mutuo de desarrollarse, crecer juntos en términos psicológicos, emocionales económicos y espirituales, siempre recordando que son dos personas unidas en un proyecto común y que su responsabilidad como pareja no les impide verse como seres individuales con sus propios deseos y necesidades que deben ser respetados y reconocidos.
Esto se logra a partir del trabajo que se haga consigo mismo básicamente.

Siendo lo primero, trabajar en conocerse, indagar concienzudamente acerca de la propia personalidad, que expectativas espera de sí mismo, comprometerse consigo mismo, tenerse confianza en lo que puede y quiere lograr como individuo, amarse, estimarse, identificar que le gusta o disgusta y aprender a estar solos. Después de este análisis personal ya está dispuesto para trabajar en su pareja haciendo lo mismo que hizo con usted. Conocer y entender su personalidad, gustos o disgusto por las cosas, expectativas.

Ya está listo para trabajar en su relación, con conciencia. Expectativas, confianza, responsabilidad, necesidades, realidades.

Es el inicio para conseguir una relación de pareja sana, reconfortante, gratificante y duradera.