La coronación del rey de Inglaterra Carlos III se convirtió en un acontecimiento mucho mayor de lo esperado, con un impacto mediático que superó todas las expectativas en el mundo, ya que el entronizado no se caracteriza por ser muy popular que digamos.
Los dominicanos no pasaron desapercibidos entre la realeza, pues el presidente Luis Abinader y la primera dama Raquel Patricia Arbaje lograron hacerse notar. Incluso, la pareja presidencial fue incluida por la revista Voge entre los 16 parejas invitadas que vistieron de manera más adecuada para la ocasión.
Aunque a primera vista luce un tema banal, el nombre de República Dominicana se colocó en una publicación del más alto nivel y llegó así a un público que difícilmente se interesaría por una pareja presidencial de una isla del Caribe.
Raquel Arbaje
La primera dama no desaprovechó la oportunidad de ser tan auténtica como se muestra en su interacción con la gente en las redes sociales.
Logró ciertos acercamientos, en los contados momentos de socialización, con muchas figuras de incidencia en el mundo monárquico español. Dicen que impactó mucho su elegante sencillez y que en ocasiones se movía con más soltura que la del propio Luis Abinader.
Los dilemas de las candidaturas
Los partidos políticos están teniendo que manejar su ajedrez con las candidaturas, pues no les resultará fácil debido a la decadencia del liderazgo local, el proceso de renovación y lo difícil del mercado electoral.
