Papi Bisonó/Ignacio Espinal

Papi Bisonó/Ignacio Espinal

Papi Bisonó/Ignacio Espinal

Dimaggio Abreu.

1-Con 92 años, el sábado 17 del presente febrero en Santiago, partió del mundo de los vivos don Reynaldo “Papi” Bisonó, todo un ícono del béisbol dominicano y un verdadero caballero.

Un personaje cargado de atributos que utilizó para favorecer el desarrollo del deporte, en especial del béisbol en general en la República Dominicana, no solo en el ámbito profesional, también el de aficionados.

La mayoría le recuerda como presidente de las Águilas Cibaeñas y como el primer Comisionado Nacional de Béisbol, que desencadenó en la expansión de cuatro a seis conjuntos de la LIDOM, para la temporada 1983-84.

Con motivo de su fallecimiento, salió a relucir que la construcción del Estadio Cibao se gestó en su residencia durante una visita de un hijo del dictador Rafael Trujillo; y que fue factor para la construcción de la Arena del Cibao.

La historia del torneo de béisbol amateur u olímpico de Santiago habría sido diferente sin el apoyo que por décadas brindó con el patrocinio del equipo Súper Selecto Bisonó, de Navarrete, toda una institución como conjunto competitivo. El de Santiago es el único certamen que se mantiene a pesar de la deriva que ha tomado el juego a nivel provincial.

El sábado 12 de marzo de 2022 se realizó un intercambio de softbol entre los equipos de la ACD y ACDS en el estadio César Delmonte y Consuegra, en La Barranquita, Santiago. Allí se apareció don “Papi” Bisonó como respaldo moral al intercambio amistosos entre cronistas deportivos.

En la casa club tuvimos el honor de disfrutar su presencia y su buen decir, en el almuerzo, compartiendo en la misma mesa. Fue la última vez que tuvimos contacto con Reynaldo “Papi” Bisonó. Un caballero en toda regla.

2-El 13 de este mismo mes falleció otro ilustre deportista de Santiago, Ignacio “Nacho” Espinal, uno de los boxeadores más admirados entre nuestros excampeones nacionales de la época de oro, los años 1970.

Sus combates incitaban gran atención, fuera ante un criollo como Pablito Jiménez o extranjeros de la talla del campeón mundial mexicano Miguel Canto o el venezolano Betulio González.

Es sobre la pelea con Canto por el título mundial mosca (112 libras) que queremos rememorar cómo la vimos en directo por televisión aquél 13 de diciembre de 1975 avanzada la noche. La refriega fue en Mérida, Yucatán, la casa del campeón.

En nuestro país se decía que, en dos combates previos fuera de título, Espinal había derrotado a Canto y que los jueces favorecieron al mexicano decidiendo un empate y una victoria. El santiaguero hacía carrera en México, manejado por un famoso promotor de allí, Manuel Moreno.

Por ello, los dominicanos albergamos la esperanza de que Espinal podía vencer esta vez y así lo creímos, igual que nuestro padre, Leopoldo Abreu (EPD). Por tal, anhelábamos deliramos por ver el combate.

Pero había un problema. En nuestro campo, el paraje Madrid municipio Villa Tapia, había un solo televisor, en la casa “Moto” Mena y su esposa Gracia, que habían partido a Nueva York. La vivienda quedó a cargo de su nieto, José Andrés Bencosme Mena (Checo).

El aparato era de 12 pulgadas y funcionaba con una planta de generación eléctrica, lo que dificultaba más la posibilidad de que se nos permitiera ver el pleito, aparte de que Checo no era aficionado al boxeo.

Pero nuestro padre se atrevió, habló con el casi adolescente que era Bencosme Mena. Esa noche acudimos con nuestro papá, mi madre Victoria “Chichí” Peralta (EPD) y mi hermana Tita. Con dificultades se sintonizó en el televisor el combate, pero lo vimos completo. Al finalizar los 15 asaltos, no había dudas de que Canto retenía su título. El nuestro no lució nada bien.

Como consolación para los dominicanos, se especuló con que los preparadores mexicanos de Ignacio lo sobreentrenaron como forma de evitar que llegara en óptimas condiciones como para derrotar a Canto en su propia tierra. ¿Realidad o ficción?



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