Santo Domingo.– La generación distribuida o el  uso de paneles solares y de energía renovable por parte de  clientes y  negocios incrementan. Esto puede ser visto como  logro para en la diversificación de la matriz energética sin embargo  implica pérdidas para las Empresas Distribuidoras de Energía (EDE).

Un estudio sobre generación distribuida y su impacto en las finanzas públicas, presentado hoy por los economistas Magín Díaz y Jerónimo Roca, revela que varios factores contribuyen al aumento de costos para las EDE.

El autoconsumo, en particular, se destaca, ya que los clientes dejan de depender de la red de las empresas distribuidoras al contar con paneles solares u otras fuentes de generación eléctrica.

El cargo por potencia, diseñado para recuperar parte de los costos de la red, enfrenta desafíos debido a la exención de este cargo para muchos usuarios de paneles solares, quienes utilizan la red pero no contribuyen al mismo nivel. Esto introduce inestabilidad al sistema eléctrico, generando pérdidas adicionales para las EDE.

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Un problema adicional es el sobre pago a los usuarios de paneles solares por la energía que inyectan al sistema. El esquema tarifario actual, de medición neta, paga la misma tarifa por la energía inyectada que la cobrada por la retirada.

Esto contribuye a un costo anual de casi US$90 millones para las EDE, lo que ya representa una parte significativa del déficit del sector eléctrico.

El estudio señala que este costo ha experimentado un crecimiento constante, pasando de US$23.2 millones en 2018 a US$89.1 millones en 2023, multiplicándose por más de 4 veces. Este aumento demuestra el impacto creciente de la proliferación de paneles solares en las finanzas de las distribuidoras.

En un análisis de las pérdidas, se destaca que entre 2018 y 2023, las pérdidas originadas en la generación distribuida aumentaron del 1.2% al 3.0% de la compra total de energía. Además, las pérdidas como porcentaje del cobro de energía, que eran del 1.5% en 2018, ahora alcanzan el 4.6%.

El informe también revela que, durante el periodo 2018-2022, el número de clientes de generación distribuida, principalmente fotovoltaicos (paneles solares), aumentó en 8,800, aproximadamente 1,800 por año. En el mismo periodo, se instalaron 224 MW, casi el 70% de la capacidad instalada actual, con un promedio anual de 45 MW, representando una tasa de crecimiento promedio anual cercana al 40%.

Como recomendación, el informe aboga por modificaciones normativas y legislativas que impulsen de manera equilibrada la generación con paneles solares, asegurando la estabilidad, confiabilidad y equidad para todos los participantes en el mercado eléctrico.