Aunque las restricciones fueron eliminadas, la gente continúa con el uso de mascarillas para evitar el contagio. Adolfo fernández
Santo Domingo.-A casi dos años desde el registro en el país del primer caso de coronavirus y la posterior declaración de pandemia mundial, los procedimientos utilizados para la prevención de la enfermedad ya forman parte de la costumbre de los dominicanos.
Esto se puede notar con el reciente anuncio que hiciera el Gobierno de poner fin a todas las restricciones y a pesar de la libertad que se le ha dado a la gente, estos siguen teniendo precaución y haciendo uso de mascarillas para muchas de sus actividades habituales.
Para la presidente de la Sociedad Dominicana de Infectología, Clevy Pérez, estas buenas prácticas, como son el lavado de manos, el uso de tapabocas y la higienización de los espacios utilizados son enseñanzas a partir de la pandemia del Covid-19.
En principio
En un inicio la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó la mascarilla solo para el personal de salud. No obstante, a medida que el virus se propagaba por el mundo, su uso se extendió como una medida de defensa contra la enfermedad.
Antes de la pandemia, en el caso particular del uso de mascarillas, en República Dominicana sólo era común en el ámbito de la medicina, pero actualmente, las personas la llevan consigo como una prenda más de vestir, con la que se protegen ellos y a los demás.
Sin embargo, en países del continente asiático estas formaban parte de su cultura, como es el caso de los japoneses, quienes utilizaban tapabocas resultado de otras enfermedades que impactaron la nación como fueron la gripe española y el Sars.
Pérez enfatizó en que “ahora las personas saben que si tienen síntomas respiratorios deberían aislarse y que de no poder hacerlo por sus obligaciones, tienen la opción de salir con sus mascarillas”.
Algunas personas continúan utilizándolas para abordar el transporte colectivo y con ella evitar la contaminación por el monóxido de carbono que produce el humo de los vehículos. Asimismo, la neuróloga pediatra y expresidente de la Sociedad Dominicana de Neurología y Neurocirugía, Evelyn Lora, indicó que por las partículas de saliva que son expulsadas al hablar, en los lugares donde se manipulan alimentos sería recomendable la continuidad de uso de mascarillas.
Lavado manos
En cuanto al lavado frecuente de las manos, la infectóloga recalcó que esta medida sirve no sólo para evitar enfermedades respiratorias, sino también intestinales.
Cuando las personas se lavan las manos con agua y jabón eliminan microbios, que evitan que se enfermen o que puedan transmitir microorganismos a otras, por esta razón es una de las recomendaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Desinfección espacios
Otra de las medidas que siguen estando entre la gente, es la desinfección de las áreas utilizadas, ya sea escritorio, teclado y teléfono en el ambiente laboral, así como mesas, manijas de las puertas e interruptores en las casas.
Esto se da, en mayor medida, entre aquellos donde hay personas vulnerables por la edad o por padecer alguna enfermedad.
Patrón cultural
Ambas especialistas de la medicina consideraron que los métodos implementados a lo largo de esta pandemia, que se aproxima a los dos años, podrían mantenerse como un patrón cultural, ya que han sido beneficiosos tanto para la protección individual como la familiar y del entorno.
Impases mascarillas
— Escasez y alto costo
Al inicio de la pandemia las mascarillas escasearon. La falta se debió, fundamentalmente, a que la industria no estaba preparada para suplir tal demanda. Una vez concretada la adaptación, su venta y costos se normalizaron.
Venta
RD$25 Precio mascarilla.
El costo de las KN95 es de unos 25 pesos, mientras las quirúrgicas se encuentran en las calles a 5 pesos.
