Nick Stafford, un estadounidense que, tenía problemas burocráticos a la hora de abonar las tasas de dos coches suyos, se vengó pagando los impuestos con la moneda de un centavo.
Nick debía pagar 3,000 dólares por el impuesto de compra de dos coches.
Tras varias discusiones con el Departamento de vehículos de Motor de Virginia, pagó con 300,000 monedas de cobre de un centavo que pesan 725 kilos.