Una pareja en Santa Fe, Argentina, decidió nombrar Lucifer a su bebé recién nacido, provocando esto una serie de escándalos.

A pesar de esa ley que se creó hace poco en la que se dice que no se permite poner a los hijos nombres ridículos o extravagantes, al parecer el nombre del diablo no les pareció algo tan extraño.

Los encargados de inscribir a los bebés dijeron que no tenía nada de malo, ya que Lucifer se deriva del latín que significa portador de luz.