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Padres ganan con walk-off y vuelven a la postemporada por cuarta vez en seis años

Con su dramática victoria 5-4 sobre los Cerveceros en 11 innings la noche del lunes en el Petco Park, San Diego aseguró su boleto a la postemporada por segundo año seguido.

En el clubhouse local del Petco Park, colocaron plásticos alrededor de los casilleros y luego acomodaron las cubetas con cerveza y champán. Hubo un discurso del mánager, después gritos, risas y líquidos volando por todas partes. Se tomaron fotos, cantaron y se abrazaron. Cuando terminó, salieron al terreno para celebrar el momento con sus familias.

Llegar hasta aquí ya es especial; momentos así han sido escasos en la historia de los Padres. Convertirlo en hábito es otra cosa.

Pero aquí están otra vez. Los Padres van a los playoffs. De regreso a los playoffs.

Con su dramática victoria 5-4 sobre los Cerveceros en 11 innings la noche del lunes en el Petco Park, San Diego aseguró su boleto a la postemporada por segundo año seguido. No es poca cosa: es la primera vez que los Padres consiguen presentaciones consecutivas desde 2005-2006.

“Es algo especial”, exclamó el estelar Manny Machado. “Claro que sí, es especial”.

El piloto Mike Shildt agregó: “Estamos en –creo que justo en el inicio– de la mejor era del béisbol de los Padres”.

Esta temporada sólo lo confirma. Los Frailes han alcanzado la postemporada en cuatro de los últimos seis años. Más de media década como contendientes fijos. Se han afianzado como uno de los pesos pesados de la Liga Nacional.

Ahora, a dar ese paso esquivo: la primera Serie Mundial en la historia de la franquicia. Y el primer paso ya está cumplido.

“Sentimos que tenemos un equipo que puede ganarlo todo”, externó el gerente general A.J. Preller. “Todo empieza por clasificar. Ese es el primer paso”.

Con el roster que Preller armó –y luego reforzó en la Fecha Límite de Cambios–, los Padres confían en sus posibilidades. De hecho, la clasificación del lunes sirvió para subrayar la importancia de los movimientos hechos en esa fecha.

Fue el recién llegado venezolano Freddy Fermín quien conectó el batazo de oro en el 11mo inning –la primera vez en la historia de la franquicia que los Padres sellan su pase a los playoffs con un walk-off. Colectivamente, salieron del dugout local para abrazar a Fermín en el terreno. Otro lleno total en Petco Park estalló.

“Ese momento fue bien especial”, dijo Fermín después en el clubhouse, entre los baños de su compatriota Luis Arráez y luego del cubano Adrián Morejón. “Puse el swing que metió a mi equipo en la postemporada”.

La llegada de Fermín, claro, fue parte de una jornada frenética en la que Preller hizo seis cambios que involucraron a 22 jugadores. Esos movimientos parecieron cubrir prácticamente todas las carencias del club.

La alineación ganó profundidad con las incorporaciones de Fermín, el dominicano Ramón Laureano y Ryan O’Hearn. Un bullpen ya excelente se convirtió en uno de los más temidos de la memoria reciente con la llegada del lanzallamas Mason Miller. Es el tipo de relevo que gana en octubre.

Así fue como los Padres volvieron a la escena de la postemporada. Todavía tienen la oportunidad de ser locales en una Serie del Comodín, si alcanzan a Dodgers o Cachorros en los próximos seis días. Están a 2.5 juegos de ambos (con el desempate a su favor contra Chicago, pero perdido ya ante Los Ángeles).

Donde sea que se juegue esa serie, parece que los Padres ya saben quién tomará la bola. El lunes, Nick Pivetta completó una de las temporadas de debut más impresionantes en la historia de la franquicia. No estuvo en su mejor nivel, al permitir tres carreras en la segunda entrada, pero mantuvo al equipo en juego y trabajó 5.2 capítulos sólidos.

“Nick fue un guerrero esta noche”, elogió Shildt. “Y estará listo, muy probablemente, para el Juego 1”.

Si esa fue su última apertura de temporada regular, Pivetta la cierra con efectividad de 2.87 en 31 juegos, con 190 ponches y sólo 50 bases por bolas. Ha sido una presencia estable en una rotación en constante cambio durante todo el verano. Tendrá una semana de descanso antes de su próxima salida.

“Este es apenas el primer paso”, comentó Pivetta. “Esto es grandioso. Logramos cosas importantes… pero tenemos mucho trabajo por delante”.

Aun así, el lunes fue una oportunidad para que los Padres hicieran una pausa y celebraran lo que ya alcanzaron. Es apenas su noveno viaje a la postemporada en 57 temporadas de historia. Tras la decepcionante eliminación en 2024, encontraron la manera de volver.

El pitcheo sufrió las bajas por lesiones de Michael King, Yu Darvish y Jason Adam. La alineación también padeció. Y ni siquiera estuvo el quisqueyano Fernando Tatis Jr. en la celebración, pues lidia con una enfermedad que podría mantenerlo fuera uno o dos días más (Machado lo incluyó en la fiesta por FaceTime).

“No ha sido un camino recto”, dijo Shildt. “Ha sido una batalla. Pero eso lo hace todavía más especial”.

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