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Padre Néstor Pazos: Medio siglo de fe, servicio y amor por la juventud

  • Conmemora su trayectoria sacerdotal y celebra el valor de la coherencia, la fe activa y la alegría evangelizadora. Salesiano. Llegó de la Patagonia al Caribe para quedarse en el corazón de quienes lo conocen

En sus 50 años de sacerdocio, el padre Néstor Pazos cuenta su historia en el libro.
En sus 50 años de sacerdocio, el padre Néstor Pazos cuenta su historia en el libro.

SANTO DOMINGO.- El libro De la Patagonia al Caribe, de la mano de Don Bosco para servir a los jóvenes no es sólo la auto biografía de un sacerdote, sino el retrato íntimo de una vocación hecha vida.

En sus páginas, el padre Néstor Pazos de Aldekoa SDB abre su corazón para compartir las experiencias, desafíos y aprendizajes de más de medio siglo consagrado al sacerdocio, a la educación y a la misión salesiana en República Dominicana.

Su relato —escrito con la sencillez de quien ha vivido intensamente y con la gratitud de quien reconoce la mano de Dios en cada paso— se convierte en un testimonio vivo de fidelidad y entrega.

Desde su infancia en la Patagonia argentina, donde conoció por primera vez a los salesianos, hasta su llegada a Santo Domingo en 1969, el padre Pazos traza un itinerario espiritual y humano lleno de sentido, compromiso y alegría.

Sus orígenes
Nacido en Bahía Blanca en 1941, hijo de inmigrantes vascos, creció en una familia profundamente trabajadora y creyente.

En su juventud, mientras estudiaba odontología en Córdoba, descubrió que su verdadera vocación no
era sanar cuerpo, sino sanar almas.

Cuenta en su libro que, guiado por el espíritu de Don Bosco y el acompañamiento de su director espiritual, decidió ingresar a la congregación salesiana y emprender el camino que lo llevaría al sacerdocio.

Su formación estuvo marcada por los grandes cambios del Concilio Vaticano II y por el fuego misionero que siempre lo acompañó. En 1975, fue ordenado sacerdote en la parroquia Don Bosco de Santo Domingo por el cardenal Octavio Antonio Beras Rojas.

Su lema, “En tu nombre echaré las redes”, se convirtió en el norte de toda su vida pastoral: servir sin descanso, confiando plenamente en la providencia.

Caminante

A partir de ese momento, su historia se entrelaza con la de miles de dominicanos, desde las aulas del Colegio Don Bosco, donde enseñó Biología y Anatomía, hasta los patios del Instituto Técnico Salesiano (Itesa), donde formó jóvenes trabajadores y líderes comunitarios.

El padre Pazos se distinguió por su cercanía y su fe práctica, también fue guía y formador de scouts.
Su paso por comunidades como Villa Mella, el Hogar Escuela Domingo Savio en Haina, Jarabacoa y la Parroquia San Juan Bosco marcó hitos en su trayectoria.

Afirma que cada destino sembró esperanza, promovió la participación, fortaleció la fe y dejó huellas profundas en generaciones de niños y jóvenes, con un estilo pastoral caracterizado siempre por su compromiso social.

Su casa Don Bosco

Uno de los capítulos más entrañables del libro es el dedicado a su labor en la Parroquia San Juan Bosco, donde impulsó una profunda renovación espiritual y estructural.

Bajo su liderazgo, el templo recuperó su esplendor arquitectónico y se convirtió en una “parroquia evangelizadora”, gracias a la implementación del Sistema Integral de Nueva Evangelización (SINE), un modelo de trabajo pastoral basado en comunidades vivas y comprometidas.

Su visión fue clara: que la iglesia no se quedara encerrada en sus muros, sino que saliera al encuentro de
las familias, los jóvenes y los más pobres, convicción que transformó la vida parroquial y consolidó una red de líderes laicos, muchos de los cuales hoy siguen activos en distintos ámbitos del país.

Más allá de la fe
El libro también recoge su pasión por la música, el arte y la cultura popular. A través de los coros parroquiales, los conciertos, las ferias de Don Bosco y los grupos juveniles, el padre Pazos utilizó la creatividad como herramienta pastoral, haciendo del evangelio una experiencia alegre, participativa y cercana.

De la Patagonia al Caribe es una obra atravesada por la memoria, gratitud y fe, pues en sus páginas se percibe al educador que enseña con el ejemplo, al pastor que acompaña con ternura y al misionero que nunca dejó de creer en la juventud como fuerza transformadora de la sociedad.

Su tono en el libro es reflexivo y humano, alterna anécdotas, recuerdos y pensamientos que revelan un
espíritu inquieto, observador y profundamente enamorado de su vocación.

Testigo de la vida
A los 50 años de sacerdocio, el padre Pazos se reconoce no como protagonista, sino como testigo. Su vida -como él mismo afirma- ha sido una red tejida por Dios a través de los jóvenes, los laicos, los hermanos salesianos y las comunidades que lo acogieron.

Este libro es un homenaje a todos los misioneros que, como el padre Pazos, han cruzado fronteras para servir; a los maestros que educan con el corazón; y a los sacerdotes que, sin hacer ruido, construyen reino desde lo cotidiano.

Su vida —como su libro— nos recuerda que la santidad se vive en el servicio, en la entrega y en la alegría compartida, tres palabras que resumen con justicia el legado del padre Néstor Pazos.

Testimonios
—Trabajo pastoral
Los que lo conocen lo consideran un impulsor del trabajo pastoral con los jóvenes y defensor incansable
de la educación como camino de transformación.

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