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Padre condena actitud del alcalde Santiago Riverón contra los haitianos

  • El sacerdote calificó el comportamiento del alcalde del municipio de Dajabón como imprudente, inmoral y contraria a los valores cristianos

Padre Fisner Vaillant
Padre Fisner Vaillant, párroco de la Parroquia San Pablo Apóstol Diócesis de San Pedro de a Macorís. Fuente externa

Santo Domingo. – El sacerdote Fisner Vaillant, párroco de la Parroquia San Pablo Apóstol de la Diócesis de San Pedro de Macorís, se expresó con preocupación y rechazo ante la forma en que el alcalde del municipio de Dajabón, Santiago Riverón, intervino recientemente en una actividad recreativa donde participan haitianos, haciendo disparos al aire y utilizando expresiones despectivas hacia ellos.

En una nota de prensa, el padre calificó la acción como imprudente, inmoral y contraria a los valores cristianos, recordando que la “función de toda autoridad es proteger la vida y promover la paz, nunca incitar al miedo o a la división entre pueblos hermanos”.

En ese sentido, el presbítero entiende que en el país no se puede gobernar ni con gritos ni con armas.

“No es con gritos ni con armas como se gobierna un pueblo.” El poder sin moral se convierte en abuso, y la autoridad sin respeto pierde su sentido cristiano y humano”, enfatizó.

El sacerdote exhortó al alcalde y a todos los servidores públicos a actuar con sensatez, respeto y espíritu de servicio, recordando que tanto dominicanos como haitianos son hijos de un mismo Dios.

“La frontera no puede ser un muro de odio, sino un puente de encuentro. Cuando humillamos a un ser humano, ofendemos al mismo Cristo”, añadió.

Llamado a la conciencia

El padre Fisner también hizo un llamado a la comunidad de Dajabón y a las autoridades locales a trabajar por la convivencia pacífica, especialmente en una región donde la realidad migratoria y la pobreza exigen más solidaridad que confrontación.

“Como Iglesia, creemos en la justicia y el orden, pero también en la misericordia y el respeto. Corregir un desorden no debe convertirse en humillar al hermano, mucho menos cuando se trata de personas vulnerables”, dijo el sacerdote.

El también director de la pastoral social cáritas de la Diócesis de San Pedro de Macorís, recordó que el evangelio enseña que “bienaventurados son los que trabajan por la paz”, y que toda autoridad pública debe ser ejemplo de moralidad, prudencia y compasión.

Finalmente, el padre Fisner invitó al alcalde Santiago Riverón a reflexionar sobre sus palabras y sus métodos, y a ofrecer un gesto de reconciliación que demuestre madurez moral y respeto por la dignidad de todos los habitantes de Dajabón.

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