Pacientes muy enfermos deben consumir alimentos saludables

Pacientes muy enfermos deben consumir alimentos saludables

Pacientes muy enfermos deben consumir alimentos saludables

Las personas muy enfermas o que se encuentran postradas en cama producto de alguna enfermedad tienen requerimientos nutricionales diferentes a los de una persona que se encuentra sana.

Nidia Saldaña, nutrióloga de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), refiere que la Organización Mundial de la Salud define la nutrición como “la ingesta de alimentos en relación con las necesidades dietéticas del organismo.

Una buena nutrición (una dieta suficiente u equilibrada combinada con el ejercicio regular) es un elemento fundamental para una buena salud.

Saldaña especifica que ese equilibrio puede verse comprometido si la persona presenta alguna patología en que haya que restringir el uso de alguno de los grupos de alimentación y hacer ajustes en su plan diario de alimentación que resulte en beneficio del mismo.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) establece que aunque no estén activos, los enfermos deben comer bien. Necesitan alimentos para mantenerse fuertes, combatir las enfermedades y reemplazar las reservas perdidas de nutrientes.

“Cada patología tiene su restricción y en más de una ocasión se presenta un paciente con más de una morbilidad, donde las restricciones se hacen aun mayores.

El paciente y sus familiares deben tener conciencia de la enfermedad para que puedan lograr adaptarse a la nueva alimentación que le corresponde”, sostiene Saldaña.

Las restricciones

Asegura que entre las restricciones más frecuentes suelen estar el uso de sal, grasas, proteínas, ciertos electrolitos, almidones complejos y también el control de líquidos diarios, principalmente en pacientes que presentan enfermedades como cardiopatías, diabetes, dislipidemias (niveles elevados de colesterol o grasas (lípidos) en la sangre) y enfermedad renal. Explica que este tipo de pacientes debe hacer sus cinco ingestas diarias, elaboradas por un profesional en la consulta.

La especialista detalla que existe otro grupo de pacientes que presentan enfermedades incapacitantes como Alzheimer, diferente tipos de demencia, Parkinson, accidentes cerebrovasculares isquémicos o hemorrágicos y demás trastornos que puedan comprometer la consciencia del individuo, que se ven en la necesidad de ser asistidos siempre por un familiar o un personal de cuido.

En estos casos es importante valorar si presenta una vía digestiva (boca, esófago, estómago, intestinos) viables para saber qué plan elaborar para ellos.

Agrega que si el paciente presenta una vía digestiva viable para realizar la alimentación compuesta por cinco comidas al día, con la textura tolerada por el paciente (sólida, pastosa o liquida), entonces, esta será la vía de elección.

Otra opción sería la utilización de una sonda de alimentación gástrica, para la cual se debe enseñar al personal de cuido y al familiar a preparar las tomas que debe administrar al paciente y la higiene con la debe ser tratada esta sonda.

La alimentación debe constar de una combinación de elementos (carbohidratos, proteínas, grasas, vegetales y frutas) con el objetivo de mantener nutrido al paciente, tratar de evitar la pérdida de peso, la deshidratación y el estreñimiento.

En el caso de las quemaduras y enfermedades febriles, se debe tomar en cuenta el aporte de líquidos, los requerimientos calóricos (elevados) y el uso de proteínas.

Al igual que en las enfermedades diarreicas severas como vómitos frecuentes, pacientes con fistulas entero cutáneas o con sondas de drenajes (levine u ostomias), deben vigilarse también los electrolitos.

Rol del cuidador
La nutrióloga dice que las personas que se dedican a alimentar a los pacientes, ya sea en el centro hospitalario o en su casa, deben entender que esta tarea debe hacerse con paciencia y cuidado, de ahí la importancia de conocer en detalle la enfermedad y los requerimientos que pueda tener esta persona a la hora de ingerir los alimentos.
Recuerda que a la hora de manipular los alimentos debe lavarse las manos.

Los suplementos nutricionales

La especialista aclara que es importante tener en cuenta que los pacientes en ciertas circunstancias se verán beneficiados del uso de suplementos nutricionales, cuando la alimentación no sea suficiente o no cubra los requerimientos nutricionales.

Una buena alimentación proporciona una recuperación adecuada del paciente, disminuye complicaciones, mejora la respuesta inmunológica (defensas) y favorece la cicatrización de las heridas (en caso de tenerlas).

Es importante proporcionarle abundante líquido cada dos horas, como agua, jugo de fruta fresca, sopas o papillas licuadas.

También puede ser leche hervida, a menos que el enfermo tenga diarrea. Recuerda, además la inclusión de una variedad de frutas y verduras, pues esto significa aportar vitaminas, minerales y antioxidantes.



El Día

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