SANTO DOMINGO.-En los pacientes con insuficiencia renal crónica la vida pende de conectarse a una máquina de diálisis por cuatro horas; tres veces a la semana, por lo que están obligados a desafiar la amenaza del Covid-19, aun sabiendo que su condición facilita la fatalidad del virus.
En el país existe un poco más de 4,000 personas en diálisis distribuidas en las 100 unidades existentes, la mitad son consideradas de mediana y gran capacidad por asistir a más de 25 pacientes.
De esta cantidad ya hay decenas contagiados, cuya situación se ha trastornado, porque ya no pueden continuar asistiendo al acostumbrado centro de hemodiálisis, pues todos los positivos al virus, deben trasladarse a uno de los nueve hospitales que designó el Servicios Nacional de Salud (SNS) para diálisis, de los cuales dos están en Santo Domingo, uno en la capital y otro en el kilómetro 28 Pedro Brand.
Pero esos centros no los esperan de sorpresa, sino que cada hospital que refiere, debe de informarlo y luego con la prueba de Covid-19 positiva en mano y el referimiento médico formal que incluya las pruebas virales (HIV, hepatitis B y C), los familiares del paciente van al hospital para conseguir un turno, que pude no estar disponible de inmediato, según el nefrólogo Alberto Flores.
Dificultades de traslado
De acuerdo al nefrólogo y subdirector docente del Ney Arias Lora ubicado en Villa Mella, Alfredo Polanco, de los más o menos 80 pacientes asiduos al departamento de diálisis de dicho centro, se detectaron alrededor de 10 infectados por el Covid-19.
Para esas personas, el traslado representa una dificultad enorme, pues su opción más cercana es el Centro Cardio-Neuro-Oftalmológico y Trasplante (Cecanot) ubicado en el populoso sector María Auxiliadora a unos 20.4 kilómetros del Ney Arias.
El Cecanot solo cuentan con una máquina de hemodiálisis para Covid-19, que está separada de las demás, dónde se mantiene un riguroso protocolo de prevención y protección, con uso de mascarillas y distanciamiento.