Otro Patrimonio de la Humanidad

Otro Patrimonio de la Humanidad

Otro Patrimonio de la Humanidad

Rafael Chaljub Mejìa

Miguel Rivera es el director del programa Para Contarte, en cuya producción toman parte talentos como Phillip Rodríguez, Nodalia Arias, Negro Lindo, Luis Crusel y el maestro Aridio Castillo, este último presentador por excelencia de mi programa Fiesta y Mañana Gallos, que en Dominicana FM, a las siete de la noche, sucede a Para Contarte. Miguel me pide opinar acerca de la decisión de la Unesco de declarar la bachata Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Por supuesto, que me alegro mucho, Miguelito. Cada vez que el mundo reconoce un atributo de la cultura dominicana, es un reconocimiento a la inteligencia y el valor de nuestro pueblo.

La bachata ya tiene décadas de permanencia en el gusto y la diversión de la gente, y si gran parte del pueblo la ha aceptado, significa que de alguna manera se siente representada en esa música.

Desde los tiempos de don José Manuel Calderón, Luis Segura, Fabio Sanabia, Rafelito Encarnación y Mélida Rodríguez, entre otros pioneros, en la bachata han descollado grandes talentos, generalmente surgidos de las entrañas mismas de nuestro pueblo.

La bachata ha ganado simpatía en otros países y los turistas la procuran cuando vienen de visita.

Aunque me parece que esas declaraciones de la Unesco como que ya van perdiendo el prestigio de otros tiempos, celebro el galardón que se le ha otorgado a la bachata, a la cual hay que reconocerle, además, el haber servido de canal para que el merengue se encontrara de nuevo con la guitarra, junto a la cual había nacido en tiempos muy remotos.

Pero si es para tener la suerte corrida hasta ahora por el merengue después de ser reconocido igualmente por la Unesco, el galardón a la bachata no servirá para gran cosa.

El merengue, especialmente el merengue típico, con raíces mucho más hondas y lejanas, una música que en vez de ser de amargue, solo endulza, sigue tan discriminada como siempre.

Aquí negamos cosas nuestras que el mundo reconoce. No hay una autoridad pensando en una Casa del Merengue, por ejemplo, que podría contar con extensiones en puntos como Santiago, Nagua, Puerto Plata, para que los dominicanos conozcamos mejor el valor de lo nuestro y a los extranjeros no les pase como sucede ahora, que si vienen buscando el famoso Patrimonio de la Humanidad no tienen dónde encontrarlo. Yo le deseo mejor suerte a la bachata.



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