Desde el lunes, día 15 de abril, se complica el ambiente de opinión y difusión que encabeza el presidente Luis Abinader con LA Semanal, a la que le surge una competencia inesperada anunciada por Leonel Fernández, pero desde el salón de un hotel del Distrito Nacional.
En efecto, a partir de las 11:00 de la mañana de cada lunes el expresidente y candidato presidencial se propone hablar con ciudadanos y la prensa, posiblemente de asuntos de su interés, que no son otros que los de un candidato presidencial, pero también noticiosos, que suelen estar movidos por el interés general.
Lo bueno
Sin duda, esto obligará a uno y al otro a cuidar la calidad informativa, de manera que haya cada lunes algo que decir, independiente de que la prensa y los “comunicadores e influencers” vayan de paseo y no hagan preguntas generadoras de declaraciones interesantes.
Hay que suponerle a esta iniciativa del candidato presidencial de la Fuerza del Pueblo una duración limitada al proceso electoral, que en condiciones ordinarias debe concluir el 19 de mayo y en un caso extraordinario, el 30 de junio.
Lo malo
Estas reuniones de candidatos con la prensa política en un mismo día tiene de malo la saturación, la discriminación que puede producirse en perjuicio de uno u otro, y el cansancio, porque aunque se suponen encuentros de una hora, hay que estar limpio y fresco en cada uno. Aquí no hay tanta gente especializada.