Muchos sectores sociales reclamaban que los órganos constitucionales fueran conformados por personas prestantes, capaces y que además no formaran parte de las estructuras de dirección de los partidos políticos.
Hay que reconocer que se ha alcanzado más de lo esperado debido, en gran medida, a la determinación del Presidente de la República.
El Congreso Nacional escogió un Defensor del Pueblo con ese perfil, pero también hizo lo propio con la Junta Central Electoral y la Cámara de Cuentas.
Ahora ha ocurrido igual con los nuevos miembros del Tribunal Superior Electoral.
EL DÍA no es de los que ha abogado por proscribir a los vinculados de partidos políticos de ese tipo de funciones, pero sí entiende que el criterio que se ha impuesto ayuda a recuperar la confianza en esos organismos.
Con relación al Tribunal Superior Electoral, donde han sido sustituidos todos sus miembros, cabe destacar que los miembros originales de ese órgano constitucional que ha cumplido su periodo tuvieron un desempeño satisfactorio y con gran nivel de responsabilidad.
La sociedad ahora empezará a evaluar a los miembros de los órganos electorales que en todos los casos llegaron con una buena hoja de presentación.
Esperamos un buen desempeño.