SANTO DOMINGO.- Importantes entidades académicas, sociales y culturales respaldan la orden departamental No. 33-2019 aprobada por el Ministerio de Educación (MINERD), la cual establece el diseño e implementación de la política de equidad de género en el Ministerio.
La Fundación Juan Bosch, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales-Programa República Dominicana (FLACSO-RD), el Instituto de Historia de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), el Instituto de Investigación de la Facultad de Ciencias de la Salud (UASD), la Alianza Cristiana Dominicana, la organización internacional Médicos del Mundo y el Centro de Estudios Sociales «14 de Junio», así como la Fundación Cultural Cofradía, el Centro de Solidaridad para el Desarrollo de la Mujer (CE-MUJER), el Taller Público Silvano Lora, Ciudad Alternativa,la Confederación Nacional de Mujeres del Campo (CONAMUCA), el Centro de Investigación para la Acción Femenina (CIPAF), la Red de Salud de las Mujeres de América Latina y el Caribe (RSMLAC), la Colectiva Mujer y Salud, el Centro de Estudios de Género de INTEC, el Instituto Nacional de la Salud(INSALUD), Educación Espejo y Oxfam en RD destacan que la desigualdad de género, la discriminación y la violencia que de estas se derivan no pueden ser aceptadas en una sociedad democrática que aspire a promover el pleno desarrollo de todos los dominicanos.
Al mismo tiempo resaltaron que no habrá cambio social ni cultural en esta materia si el sistema educativo no actúa de manera integral y decidida en la formación de las nuevas generaciones.
En ese sentido, destacan que la orden del MINERD materializa el cumplimiento del artículo 39 de la Constitución en su numeral 4, el cual indica que: “La mujer y el hombre son iguales ante la ley. Se prohíbe cualquier acto que tenga como objetivo o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad de los derechos fundamentales de mujeres y hombres. Se promoverán las medidas necesarias para garantizar la erradicación de las desigualdades y la discriminación de género.”
«Lo que expresa y ordena la Constitución», señalan, «debe ser incorporado y construido desde el sistema educativo, en favor de nuestros niños, niñas y jóvenes, que merecen una educación de calidad, la cual no ha sido un regalo, sino una conquista fruto de años de lucha de toda la sociedad y necesitamos que sirva para lograr un país mejor».
Por estos motivos, respaldan promover la educación, formación y capacitación del profesorado y de toda la comunidad educativa, a fin de que estos puedan ser agentes transformadores en todas las dependencias e instancias educativas del país. De igual manera el Pacto Nacional para la Reforma Educativa (2014-2030), a través del cual el Estado se comprometió a incorporar en el currículo educativo valores de respeto, igualdad y equidad de género. Estas medidas son indispensables para alcanzar los objetivos y metas establecidos en la Estrategia Nacional de Desarrollo (END-2030).
Añadieron que “la sociedad democrática dominicana no puede sino desear y apoyar que la escuela y la enseñanza asuman el rol protagónico en un país democrático y libre que desde hace mucho tiempo señalaron Salomé Ureña, ErciliaPepín, Eugenio María de Hostos y Juan Bosch, así como ser coherentes con el ejemplo de las Hermanas Mirabal, símbolos mundiales de la no violencia contra la mujer”.
“Lo lógico es que si queremos construir y vivir en un Estado social y democrático de derecho donde todos y todas tengamos la misma dignidad, y nos relacionemos de forma solidaria, respetuosa, tolerante y humana, tengamos una educación que lo haga posible. Dejar de hacerlo no sería ético ni responsable, pues sería negar la crisis de convivencia que estamos a travesando como sociedad y va a profundizar sus consecuencias”, añadieron.
Concluyeron destacando la necesidad de que la sociedad y las instituciones respalden que en las escuelas se haga educación para la equidad de género eliminando los estereotipos que predominan hoy en día, superando toda forma de discriminación sexista, exclusión e intolerancia, poniendo en acción nuevos parámetros y herramientas pedagógicas que promuevan el respeto, la igualdad en dignidad y derechos, así como la colaboración, la solidaridad y la cultura de paz entre todas las personas desde el inicio de sus vidas.