📷 La ONU reiteró el llamado al apoyo humanitario para Haití.
Puerto Príncipe. – La crisis de inseguridad y desplazamientos internos en Haití continúa deteriorándose, al punto de que el Defensor del Pueblo, Me May Jean Wilner Morin, afirmó que “a nivel mundial, ninguno de los derechos de los ciudadanos haitianos se tiene en cuenta”.
En declaraciones al programa Panel Magik, reseñadas por el diario Le Nouvelliste, Morin deploró que miles de haitianos hayan tenido que abandonar sus hogares a toda prisa, sin poder recuperar siquiera sus documentos de identidad, debido al control creciente de las bandas armadas sobre vastas regiones del país.
“La Oficina de Protección Ciudadana (OPC) observa hoy la impotencia de las autoridades”, lamentó Morin, recordando que estas pandillas controlan ya tres departamentos completos. “Por dondequiera que intenten intervenir las fuerzas del orden, fracasan”.
Defensor del Pueblo de Haití, Me May Jean Wilner Morin.
“Una ayuda real” de la comunidad internacional
Ante esta parálisis del Estado haitiano, el Defensor del Pueblo aboga por un “enfoque más racional” y una “ayuda real” de la comunidad internacional para apoyar los esfuerzos de estabilización.
“Es necesario un enfoque más científico. Se necesita ayuda real de países amigos para afrontar esta situación”, subrayó Morin.
En cuanto a la crisis de desplazamientos internos, el funcionario señaló que el Estado no ha estado preparado para gestionar el flujo de familias desplazadas, lo que ha agravado la falta de respuesta y asistencia humanitaria.
Aunque reconoció la urgencia de intervenciones humanitarias, abogó por “restablecer la seguridad” como única solución duradera y por esfuerzos encaminados a la rápida reubicación de estas familias, que en muchos casos se hacinan en campamentos improvisados bajo condiciones infrahumanas.
Haití vive actualmente uno de sus periodos más críticos de las últimas décadas, con un vacío de poder tras la renuncia del primer ministro Ariel Henry y el control territorial creciente de las bandas criminales, mientras la población civil sigue atrapada en una espiral de violencia y desplazamiento forzado.
