En Wikipedia, la Enciclopedia Libre, encontramos información amplia que nos recrea al famoso e histórico Caballo de Troya que fue utilizado durante la mitológica guerra de Troya. ç
“Fue un artefacto con forma de enorme caballo de madera que según este relato fue usado por los griegos como una estrategia para introducirse en la ciudad fortificada de Troya.
Tomado por los troyanos como un signo de su victoria, el caballo fue llevado dentro de los gigantescos muros, sin saber que en su interior se ocultaban varios soldados enemigos. Durante la noche, los guerreros salieron del caballo, mataron a los centinelas y abrieron las puertas de la ciudad para permitir la entrada del ejército griego, lo que provocó la caída definitiva de Troya”.
Nos refiere Wikipedia que esta creación mítica ha dado origen a dos expresiones idiomáticas: “Caballo de Troya”, es decir, un engaño destructivo, y “Presente Griego”, algo concebido como aparentemente agradable pero que trae consigo graves consecuencias.
En efecto, la Orden Departamental n.º 33-2019, del Ministerio de Educación de la República Dominicana, emitida recientemente, nos recuerda la leyenda referida anteriormente. Nadie en su sano juicio refuta la necesidad que tiene nuestra sociedad de “promover la equidad entre las personas, el amor al prójimo, la sana convivencia y la educación en valores integrales, sin excluir a ninguna persona”, según expresara en comunicado público la Conferencia del Episcopado Dominicano.
Además, nuestra Carta Magna lo consigna claramente en su artículo 39.
El diseño y establecimiento de “políticas de género” en el sistema educativo viene a convertirse en un artilugio más grande y potencialmente dañino que el Caballo de Troya, el cual para introducirlo en la ciudad, en aquella época, hubo que derribar parte de los muros de Troya.
Los padres (sin exclusión de género) y tutores debemos estar alerta y atentos a lo que se esté “cocinando” a lo interno de esta orden departamental y de los miembros que componen la unidad operativa encargada de recomendar las políticas a implantarse.
Sin hacer juicios de valores, la OD 33-2019 es un hermoso Caballo de Troya que esconde en su interior “soldados atrincherados”, que pretenderán asaltar sorpresivamente a la sociedad para abrir las puertas a la tristemente conocida “ideología de género” y todos los males que esto ha de acarrear. Esa sí que es dañina.
La orden departamental de referencia es un Presente Griego, porque es “algo concebido como aparentemente agradable, pero que trae consigo graves consecuencias”.
No nos dejemos sorprender y mantengámonos atentos contra toda intención malsana que atente contra el derecho que tenemos los padres de ser los responsables de la educación integral en valores de nuestros hijos.
Defendamos nuestro derecho y alcemos nuestra voz diciendo: ¡Con mis hijos no te metas!
*Por Johnny & Sandra Martínez