MIAMI. — Los países de Latinoamérica que han comenzado a vacunar a niños y jóvenes sin haber antes alcanzado una alta tasa de inmunización entre los adultos y los sectores más vulnerables podrían estar dispersando sus esfuerzos, dijo el miércoles la Organización Panamericana de la Salud.
Si un país empieza a ofrecer vacunas para todos y no se concentra en grupos prioritarios, “podemos no estar utilizando las vacunas de la mejor manera”, advirtió el subdirector de la OPS, Jarbas Barbosa. “El problema en verdad no es la vacunación baja en los niños o la no vacunación en los niños.
Es que no alcanzamos todavía la vacunación de los grupos vulnerables para terminar la mortalidad por COVID y vacunar a los adultos, a todos los adultos, para reducir la transmisión. Esa es la gran prioridad”, aseguró.
Los comentarios de Barbosa en una rueda de prensa virtual de la OPS tuvieron lugar en momentos en que numerosos países de la región han comenzado a inmunizar a los menores, aún cuando no han alcanzado elevadas tasas de vacunación entre los sectores prioritarios.
La OPS, sin embargo, no detalló cuáles son esos países. Con un puñado de excepciones entre las que aparecen República Dominicana y Belice, en toda la región de las Américas la pandemia ha mejorado y por octava semana consecutiva han disminuido los casos a poco más de 745.000 en los últimos siete días.
Las muertes por COVID-19 registradas fueron 18.000. La OPS ha atribuido la mejora a la implementación de medidas sanitarias y al incremento de la inmunización, a pesar de las desigualdades entre los países y de los obstáculos para acceder a las dosis. A nivel general, un puñado de naciones de la región -entre ellas Chile- han inmunizado a más del 70% de su población.
La gran mayoría sólo ha vacunado en promedio a un 40% y aún hay países como Haití, Nicaragua y Guatemala que no han llegado siquiera al 20%. Barbosa explicó que algunos países todavía no alcanzaron una cobertura elevada de entre 80% a 90% con las dos dosis de los mayores de 60 años, que son de los grupos prioritarios.
“Entonces, hasta completar esa vacunación, empezar a ofertar vacunas para adultos jóvenes, por ejemplo, puede dispersar los esfuerzos, perder la prioridad para aquellas personas que de verdad deberían vacunarse primero”, aseguró.
“Sólo después los países deberían considerar vacunar a los grupos jóvenes“, dijo el funcionario, tras explicar que por ahora no existen evidencias de que la vacunación de los estudiantes debería ser un requisito para abrir las escuelas.