Las galleticas tendrán que buscar otro horno, porque este no está para ellas. Cuando se pensaba que finalmente el Gobierno lograba un respaldo partidario unánime en su defensa, visto que los diputados de todas las corrientes así lo hicieron con el pedido de legisladores opositores de que se abra una investigación sobre los contratos concedidos a Joao Santana, sale la Vicepresidenta de la República con un apoyo público a Faride Raful.
No es cualquier cosa, ese espaldarazo digital a la Raful implica un respaldo a la posición del Partido Revolucionario Moderno, que asumió como suya la demanda de investigación.
Por más que se quiera lavar la ropa adentro, parece que se han ensuciado tantas “remúas” que como quiera salen a la vista de los vecinos.
En los últimos meses el Gobierno ha tenido que batallar en varios frentes, muchos de los cuales en el pasado pensó se habían ganado.
Un grupo del Gobierno promovió que este se peleara con aliados tradicionales y le hicieron asumir posturas contrarias a ellos en temas contoversiales, como la migración haitiana, la sentencia 169-13 y el aborto, pensando que así se ganarían a los grupos más beligerantes de la sociedad civil.
Hoy estos son los más activos, hasta pidiendo renuncia, mientras que los antiguos aliados se acomodaron en la acera del frente, y los que pretendieron el primer puente, se han quedado mirando el juego con la boca abierta.
Al Gobierno le quedaba su rancho, pero la gente de Leonel Fernández y su gente se lo han puesto a arder, mostrándose en ocasiones tan opositores como el PRM.
Solo hay que ver el comportamiento y declaraciones de algunos peledeístas de otro redil.