Ginebra.– La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos pidió ayer en un debate sobre la situación de Venezuela que el país celebre unas elecciones presidenciales “transparentes, inclusivas y participativas”, el próximo 28 de julio.
Asimismo, solicitó que se permita que sus trabajadores expulsados en febrero regresen al país.
“Esperamos que nuestra oficina pueda reanudar pronto plenamente su labor de servicio a la población de Venezuela, y fortalecer nuestra cooperación con las autoridades sobre la base del respeto mutuo y el diálogo franco y transparente”, señaló en relación con esa expulsión la alta comisionada adjunta Nada Al-Nashif ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Las autoridades venezolanas obligaron a trece empleados de la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas a dejar Venezuela en el plazo de 72 horas, después de que el propio presidente venezolano, Nicolás Maduro, les acusara de espionaje y conspiración.
Pese al tenso momento de relaciones entre la ONU y el Gobierno venezolano, que habían pactado la presencia de esa oficina local en 2019.