Cuesta trabajo tomarse en serio las medidas adoptadas por el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con relación al control que tienen bandas criminales sobre Haití.
Las medidas que hasta ahora se han dado a conocer son las siguientes:
1.- Prohibición de venta de armas a entes no estatales en Haití.
2.- Prohibir la salida de Haití de los líderes de las pandillas.
3.- Congelar cuentas bancarias de los grupos responsables de la violencia en Haití.
Esas medidas poco les importan a las pandillas que tienen el control del territorio de ese país salvo tener conciencia de que están bajo la lupa de un organismo como el Consejo de Seguridad de la ONU.
Esos grupos han comprado sus armas de manera ilegal, fundamentalmente desde Estados Unidos, y la introducen a su territorio de contrabando sin que las autoridades haitianas puedan hacer mucho.
Habría que ver si una resolución de la ONU podría cambiar en algo esa situación que como quiera se ha venido produciendo en la clandestinidad.
También habría que ver qué tanto le podría importar a los líderes de esas bandas el que se le prohíba salir legalmente de su país o que le cancelen cuentas bancarias en el extranjero.
Las sanciones anunciadas hasta ahora por la ONU sólo revelan el desconocimiento real de la situación haitiana o una irresponsabilidad mayúscula.
Lo extraño ha sido que la diplomacia dominicana ha aplaudido esas medidas como si en verdad fueran a ayudar a pacificar a Haití.