PUERTO PRÍNCIPE, HAITÍ.– Un informe de Naciones Unidas publicado ayer reveló que las autoridades haitianas no protegieron adecuadamente a los habitantes de un barrio pobre de la capital durante un ataque que dejó al menos 3 muertos, 6 heridos y 30 familias sin hogar después de que sus casas fueran incendiadas.
“Las autoridades nacionales no tomaron ninguna medida aparente para intervenir y proteger a la población de las violaciones y abusos de sus derechos a pesar de haber sido informadas por las víctimas, incluso a través de las redes sociales y la radio durante uno o más de los ataques”, dijo la investigación de la ONU.
La investigación se refiere a una serie de ataques armados perpetrados por bandas en el barrio de Bel-Air, en el corazón de Puerto Príncipe, entre el 4 y el 6 de noviembre pasado. El informe conjunto de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH) examina el brote de violencia ocurrido después de las manifestaciones antigubernamentales que paralizaron el país entre septiembre y noviembre pasados.
La ONU aconseja a las autoridades haitianas llevar a cabo “una investigación exhaustiva para establecer las circunstancias y garantizar que los responsables sean llevados ante la Justicia y que las víctimas tengan acceso a la justicia y a la reparación”.
El expolicía Jimmy Cherizier está bajo arresto, y fue el principal autor de los ataques.
Diversas violaciones
—1— Derechos
En el informe la ONU recuerda las obligaciones del Estado haitiano en materia de derechos humanos.
—2— Investigación
El organismo pidió que se investigue tanto la matanza de Bel-Air como la de La Saline.
—3— Víctimas
Decenas de personas murieron tiroteadas a finales de 2018.