Eliminar los tatuajes y diseños en la piel ha pasado a ser un comercio descomunal en los Estados Unodos, en tanto una de cada siete personas expresa dudas -algunas lo suficientemente grandes como para gastar miles de dólares por varias sesiones de quemaduras.
Chapel Tattoo no es el único estudio que comienza a ofrecerse a deshacer su trabajo manual, entrando en una nueva línea de actividad en tanto los láseres de altísima potencia introducidos por los dermatólogos vuelven más segura y soportable la operación.
La Sociedad de Cirugía Dermatológica de los Estados Unidos estima que sus socios profesionales llevaron a cabo alrededor de 96,000 intervenciones de eliminación el año pasado, 52 por ciento más que en 2012.
Eliminar tatuajes es un gran negocio en Nueva York y otras ciudades. Los salones de tatuaje que se complementan con tiendas de eliminación constituyen un modelo empresarial brillante porque crea su propia demanda.
