Odebrecht admite haber pagado sobornos de 900.000 dólares a funcionarios del Gobierno de Mozambique entre 2011 y 2014 para obtener el contrato de construcción de un aeropuerto en Nacala.
Maputo.- Mozambique investiga a los empleados públicos que recibieron sobornos de la constructora brasileña Odebrecht para adjudicarle las obras del aeropuerto de Nacala, en el norte del país, informó hoy la Oficina Central de Lucha contra la Corrupción (CGCE).
Odebrecht admite haber pagado sobornos de 900.000 dólares a funcionarios del Gobierno de Mozambique entre 2011 y 2014 para obtener el contrato de construcción de un aeropuerto en Nacala, la única obra de la empresa brasileña en el país africano.
El coste del proyecto se presupuestó inicialmente 90 millones de dólares, pero terminó costando más de 216,5 millones, de los que 125 millones fueron financiados por el Banco Nacional de Desarrollo Económico de Brasil y el resto por una entidad local, Standard Bank.
“Ya hemos iniciado contactos con Brasil”, confirmó hoy a los periodistas el portavoz de la CGCE, Eduardo Sumana, quien puntualizó que el secreto de sumario establecido por la justicia brasileña podría ralentizar las investigaciones en Mozambique hasta mayo.
Las autoridades de Maputo investigan, además, sobornos pagados por la también brasileña Embraer para asegurarse la venta de aviones comerciales a Mozambique Airlines (LAM).
Al respecto, Sumana afirmó que las autoridades mozambiqueñas han constatado “la existencia de pruebas de prácticas criminales” y señaló que las investigaciones están “muy avanzadas».
A finales de 2016, Embraer admitió ante la justicia brasileña que abonó 800.000 dólares en sobornos a directivos de LAM para cerrar la venta de dos aviones comerciales en 2008, a un precio unitario de 32 millones de dólares.
Tras entregar los aparatos, un consultor de la aerolínea emitió facturas a nombre de su empresa para justificar estos pagos.
Según documentos publicados el pasado 21 de diciembre por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, Odebrecht pagó aproximadamente 788 millones de dólares en sobornos en doce países de Latinoamérica y África.