El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, encabezó los homenajes a Nelson Mandela en un servicio en su memoria al que asistieron miles de personas en Johannesburgo y dijo que su muerte es una oportunidad para que el mundo impulse un legado de reconciliación racial.
Obama dijo que la muerte de Mandela debe constituir una oportunidad para que todos, incluidos los gobernantes, se pregunten cómo aplican las enseñanzas del primer presidente negro de Sudáfrica, que murió el 5 de diciembre a los 95 años.
Los avances en la lucha contra la opresión racial “no deben ocultar el hecho de que nuestra tarea aún no ha terminado”, dijo Obama en Johannesburgo.