Washington.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, conmutó hoy las penas de 61 presos por delitos no violentos y relacionados con la posesión o distribución de drogas, un gesto con el que pretende subrayar la necesidad de una reforma en el sistema de justicia criminal del país.
Con el anuncio de hoy, Obama ha otorgado un perdón presidencial o acortado las penas de 248 presos, “más que los seis presidentes anteriores juntos”, según aseguró el mandatario en un acto en la Casa Blanca.
“La mayoría de ellos han cometido delitos relacionados con las drogas de bajo perfil, cuyas sentencias habrían sido más cortas si se los condenara bajo las leyes actuales”, precisó Obama en un mensaje en la red social Facebook.
Entre los presos beneficiados está Ismael Rosa, de Chicago (Illinois), condenado en 1995 a 30 cadena perpetua por tráfico de cocaína y que podrá abandonar hoy la cárcel.
También están José Ramón Rivera, condenado en 1993 a 30 años de prisión por distribución de heroína en Chicago; y Manuel Colón, de Springfield (Massachusetts), condenado en 2007 a 20 años de cárcel por posesión con la intención de distribuir cocaína y heroína, quienes estarán libres el próximo 28 de julio.
Hasta el año pasado, Obama había hecho poco uso de las atribuciones que le concede la Constitución para otorgar clemencia a presos, que incluye el perdón o la reducción de las sentencias, pero en los últimos meses ha empezado a hacerlo al tiempo que pide al Congreso una reforma del sistema de justicia criminal.
“Creo que al ejercer estos poderes presidenciales, puedo demostrar a la gente cómo puede ser una segunda oportunidad, destacar las historias de personas que las han conseguido y que están haciendo cosas extraordinarias con sus vidas”, afirmó Obama.
El mandatario recibió en la Casa Blanca a un grupo de expresos que vieron sus sentencias conmutadas bajo su Gobierno o los de sus dos predecesores inmediatos, George W. Bush y Bill Clinton.
“En esta mesa hay personas que ahora son abogados, o que están criando hijos, o a punto de casarse. Hay gente que se dedica a dar discursos o a trabajar con otros que están reintegrándose en la sociedad tras haber pasado un tiempo en la cárcel”, dijo Obama.
“Todavía confío en que podamos aprobar una reforma del sistema de justicia criminal. No tiene sentido que a alguien que ha cometido un delito con drogas y sin violencia le caigan 20 o 30 años, en algunos casos cadena perpetua. Eso no le hace bien a nadie, ni a la seguridad pública, y daña a las familias”, agregó.
Obama se mostró esperanzado de que algunos proyectos de ley de reforma criminal puedan someterse a voto “antes de que se acabe esta sesión en el Congreso” en enero próximo.