Tixtla (México).- El nuncio apostólico en México, Christophe Pierre, ofreció hoy una misa para pedir por los 43 estudiantes que desaparecieron el 26 de septiembre en Iguala, en el sureño estado de Guerrero, y por la justicia, la reconciliación y la paz en México.

“El papa está con ustedes”, dijo Pierre a los familiares de los desaparecidos en la ceremonia realizada en la cancha de fútbol de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, ubicada en el municipio guerrerense de Tixtla, donde estudiaban los 43 jóvenes. Con 43 pupitres desocupados como telón de fondo, cada uno con un globo blanco y una foto de los jóvenes desaparecidos, el representante del Vaticano reconoció que es “difícil perdonar”, pero no se puede vivir así, y les exhortó a “no perder la esperanza ni la fe».

La Iglesia católica comparte su dolor y les acompaña de manera permanente a través de la oración, afirmó el representante del Vaticano en la misa, a la que también asistieron el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias, y el obispo de Chilpancingo, Alejo Zavala.

Los padres portaban pancartas con mensajes como- “Feliz Navidad, (Enrique) Peña Nieto, nosotros vamos a seguir buscando a nuestros desaparecidos”, “Jesucristo murió por la verdad. ¿Dónde están?” o “Feliz Navidad, hijo mío, donde quiera que te encuentres…» “Que esta Navidad Dios les dé paz a todos aquellos que nos han hecho tanto daño” o “Nuestra fe y esperanza en Dios y el Vaticano, le pedimos llevar la paz”, decían otros carteles.

A la ceremonia, en la que se interpretaron villancicos, también asistieron cientos de compañeros de los jóvenes que desaparecieron el 26 de septiembre pasado en Iguala a manos de policías corruptos y miembros del cártel Guerreros Unidos.

Tras la misa, los padres se reunieron en privado con el nuncio apostólico durante más de media hora, durante la cual le entregaron unas cartas dirigidas al papa Francisco. Las familias de los estudiantes desaparecidos quieren que el máximo jerarca del Catolicismo intervenga para hacer más visible su caso.

El pontífice ha aludido en dos ocasiones al caso durante su tradicional audiencia general de los miércoles, la última el 12 de noviembre.

En la Plaza de San Pedro, Jorge Bergoglio expresó ese día su cercanía a todos los mexicanos por los “momentos dolorosos” que están viviendo y lanzó una denuncia de la “dramática realidad” y “la criminalidad” que existe en México.

Los 43 estudiantes desaparecieron la noche del 26 de septiembre después de una ola de ataques a tiros de policías municipales, presuntamente ordenados por el entonces alcalde de la localidad de Iguala, José Luis Abarca, en los que murieron seis personas y 25 resultaron heridas.

Según la investigación oficial, los jóvenes fueron detenidos por policías y entregados al cártel Guerreros Unidos, que presuntamente los asesinó e incineró en un basurero del municipio de Cocula, vecino a Iguala, una versión en la que los familiares no creen. La desaparición de los estudiantes ha generado una crisis de credibilidad en el Gobierno que ha impactado negativamente la imagen del presidente Enrique Peña Nieto en el resto del mundo.