Santo Domingo.-La mezcla de antibióticos y alcohol no es una buena idea ni mucho menos una acción recomendada si se quiere preservar la salud, garantizar que el tratamiento sea eficiente y libre de riesgos innecesarios y prevenir complicaciones derivadas de interacciones adversas.
La infectóloga Elianet Castillo, del Centro Médico de Diabetes, Obesidad y Especialidades (Cemdoe), destaca la importancia de tener precaución al combinar alcohol y antibióticos, advirtiendo que el consumo del primero puede disminuir la eficacia del segundo, comprometiendo su efectividad contra la infección.
La especialista subraya que la mezcla de alcohol y antibióticos puede resultar en interacciones perjudiciales, generando efectos adversos como náuseas, vómitos, dolor de cabeza, dolor de pecho, mareos, sudoración e hipotensión.
Además, algunos antibióticos, intrínsecamente, presentan riesgos de lesiones hepáticas, y el consumo de alcohol simultáneo puede contribuir a aumentar dicho riesgo.
“Es fundamental seguir las indicaciones de un profesional de la salud certificado al usar antibióticos. Conocer la duración del tratamiento, la dosis y la frecuencia es crucial antes de comenzar”, enfatiza la doctora del centro certificado por la Joint Commission International (JCI). “Nunca se deben tomar antibióticos por iniciativa propia.
La automedicación no sólo puede resultar ineficaz para tratar la infección, sino que también puede fomentar la aparición de resistencias”, agrega la especialista.
Es esencial recordar que los antibióticos no son efectivos contra virus que, con frecuencia, son responsables de enfermedades como gripes, resfriados y faringitis de origen vírico.
Regla
— Bajo prescripción
Castillo hace hincapié en que los antibióticos deben ser utilizados únicamente bajo prescripción médica, y cualquier duda o reacción inesperada debe ser consultada con un médico o farmacéutico.