Nunca olvidemos

Nunca olvidemos

Nunca olvidemos

Posiblemente hubo hace alrededor de tres siglos un momento en que los habitantes de la parte oeste de la isla de Santo Domingo mantuvieron relaciones sanas con los hispanohablantes católicos de la parte española.

Comercio hubo siempre, desde los inicios de la infiltración de normandos, franceses e ingleses en la Tortuga, que desde 1630 se convirtió en refugio de piratas y corsarios, quienes luego pasaron a colonizar lo que devino en Haití.

Pero hubo un irreparable daño moral, espiritual y físico causado por la esclavitud en horrorosas condiciones de africanos que apenas duraban seis años vivos laborando en cañaverales, algodonales y cortes de madera. Resentidos, ignorantes, bárbaros, al sacudirse el yugo francés cometieron inenarrables atrocidades, como el Degüello de Moca, hace justamente 214 años.

El haitiano Dessalines mató cientos de niños, mujeres y ancianos indefensos y todavía hoy Haití lo celebra como su héroe. ¿Qué sentirían ellos si celebráramos así a Trujillo? La caridad y la inteligencia obligan verles piadosamente, todavía hoy orgullosos de tanta incesante barbarie involutiva. ¡Pero no olvidemos!



José Báez Guerrero

Abogado, periodista y escritor dominicano.

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