Por:  YIRA SANDOVAL

La evolución de la mujer es indetenible, los tiempos demandan que exista una participación respetable y visible de la mujer en todos los entornos de influencia. Eso para algunas mujeres, es causa de estrés, incertidumbre, desconcierto, para otras suele ser retante, intimidante, frustrante, apasionante, desafiante y sobre todo deslumbrante.

A mi juicio, lo más importante es que la mujer deje de competir consigo misma y con el hombre, que podamos todas tener claro nuestros roles dentro de este universo de oportunidades que nos ha otorgado la vida, pues esta trae los mismos desafíos para todos los seres del planeta.

Los roles que nos han acostumbrado a vivir son los propios del cuidado del hogar y la familia, evolucionando a eso, y por la descomposición cultural de los abusos cometidos en el pasado, hemos adquirido el rol de mujeres profesionales, que amamos la superación personal y profesional, y que, además, por nuestra propia naturaleza, deseamos siempre sacar la mejor versión de nosotras, teniendo la influencia necesaria para lograr nuestros objetivos.

Hoy más que nunca, la sociedad demanda que las mujeres emprendamos el camino al logro de reconocimiento y respeto en las áreas de influencia de la sociedad, para ello es necesario prepararnos emocional y cognitivamente, a fines de generar cambios en sus entornos comunitarios, sociales, políticos y culturales.

Es de vital importancia que nosotras, como mujeres, podamos afianzar principios éticos, sociales y civiles que sustenten nuestros anhelos, de igual forma, propiciar el trabajo colaborativo que fortalezca nuestro liderazgo y acciones de influencia.

La ayuda idónea

Creo que las mujeres debemos tener el rol de ser la ayuda idónea de nuestros entornos de influencia, para ello es necesario que estudiemos y analicemos muy bien las practicas que han dado resultado y las que no; para con nuestra capacidad, astucia e inteligencia, de manera sabia, poder posicionarnos con una participación respetable y visible a través de ideas claras, definidas, precisas, coherentes, puntuales y aplicables para el bien de todos.

Para ganar el respeto, en la igualdad deseada, debemos de igualarnos con hechos precisos, participando en todos los escenarios en los que seamos competentes, y superar el “hackeo” emocional y cognitivo que nos ha inculcado la sociedad con la dependencia machista.

Creo y valoro el criterio de ayuda idónea del hombre, en el sentido de que juntos creamos vida, juntos podemos lograr una sociedad más justa, inclusiva, equilibrada y participativa.
Mujeres, les invito a ser valientes, a no tenerle miedo al aprendizaje de la exposición pública; hoy más que nunca, necesitamos involucrarnos en el cambio de la educación, política, economía, justicia, cultura, artes y comunicación social, para tener un rol de respeto y relevancia en las comunidades. Ya que, con nuestras intervenciones, podremos enarbolar nuestras voces juntamente con los hombres para el bien del país.

El poder no tiene sexo

tendamos que el poder no tiene sexo y el universo también es nuestro. Recuerden que si participan lo pueden cambiar, si lo ignoran te insertan en el sistema que has ignorado. Comparto estas líneas para motivarlas a fortalecer sus influencias y, en función de los talentos naturales y cultivados, puedan destacarse, atreverse y hacer valer su voz en cualquiera de los escenarios en los que les apasione trabajar y servir.

—Yira Sandoval
Es experta en manejo de cambio y gestión de personas, coach y facilitadora motivacional. Participación política como fundadora del partido DXC, que lidera Eduardo Estrella. Contacto: Ysandopol@hotmail.com