Por supuesto que seguimos siendo nosotros mismos, ¿pero con la misma actitud de los años anteriores? Pues entiendo que podemos modificar mucho para crecer en diferentes modalidades de nuestras vidas.
Yo, por ejemplo, estoy inmersa en una serie de ideas y pensamientos que me permitan crecer cada vez más y lograr ser mejor persona.
Es lógico que tengo que trabajar mucho en los defectos que lamentablemente poseo y que, aunque en ocasiones me concientizo, todavía no había tomado la decisión de enfrentarlos y solucionarlos.
Todos tenemos virtudes y defectos. Virtudes que nos hacen ganar amigos, ser populares, conseguir afecto de personas que ni conocemos y obtener muchas satisfacciones. Los defectos, por su parte, nos impiden vivir plenamente o hacer sentir bien a quienes tenemos cerca.
Esta columna de hoy la escribo con el alma en los dedos para invitar a todos los que la lean, en hacer conciencia de sus defectos y virtudes, (así lo estoy haciendo yo).
Esto les permitirá lograr pulir esas virtudes y compartirlas más para bien de la humanidad, además trabajar arduamente en corregir esos defectos que probablemente no nos han permitido conseguir la paz y armonía que necesitamos.
Esto beneficiará a los cercanos, pero más a nosotros mismos, ya que nos gratificará enormemente este cambio de actitud hacia la optimización de nuestra vida.
En conclusión, un cambio de actitud basado en el autoconocimiento, nos permitirá concientizarnos para beneficio principalmente de nosotros, a nuestro entorno y a toda la humanidad.
Tengan un maravilloso año 2025.