SANTIAGO.-La frase “cayó en el mar” se pondrá de moda en Santiago, ya que el estadio Cibao tendrá una pared de 30 pies de altura por el prado central.
Batear elevados por esa zona se convertirá en sinónimo de fracaso para los bateadores en el llamado “Valle de la muerte”.
Esto forma parte de los arreglos que se realizan en la casa de las Águilas Cibaeñas y que fueron detallados en una nota de prensa del equipo.
El estadio Cibao está siendo sometido a un remozamiento profundo en varias de sus áreas por la directiva aguilucha, que busca hacerlo más confortable y atractivo para jugadores y aficionados.
Adriano Valdez Russo, presidente del Consejo Directivo aguilucho, informó que se trabaja profundamente el terreno de juego y que ya se encuentra bien nivelado, con su grama cuidada, saneada y en excelentes condiciones para recibir a los peloteros cuando hoy inicien sus entrenamientos.
Simultáneamente se trabaja en el ‘club house’, modernizando el área y haciéndola más confortable para jugadores y el cuerpo técnico.
El público se beneficiará del uso de nuevos pasímetros, con barras de filas fijas, que facilitarán la entrada rápida al parque de pelota.
“Tendremos una moderna pizarra, cuyo proceso de instalación ha comenzado, que provocará nuevas expectativas de entretenimiento en el parque más alegre del país”, dijo Valdez Russo. Nuevos bullpen, caja de bateo y protección del “ojo del bateador”, que es la visión sin obstáculos que el jugador ve detrás del pícher cuando se para a batear.
Esta área debe ser de una sola pieza, de un color oscuro, de preferencia negro, y normalmente de 60 pies de ancho y 30 pies de alto.
Las Águilas trabajan en esa tarea y han aprovechado el espacio de atrás de la pared que se levanta para implementar el bullpen, tanto de home club, como estuvo el año pasado, y el de visitante.
Para lograr el objetivo ha sido necesario mover la jaula de bateo ubicada allí a un segundo nivel detrás del muro.