La facción del expresidente Hipólito Mejía define una estrategia para continuar la lucha por la redefinición del liderazgo a lo interno del Partido Revolucionario Dominicano.
Es decir, que en un primer paso se ha decidido no participar en la convención que programa el grupo de Miguel Vargas Maldonado para iniciar en febrero y concluir en julio, bajo el argumento de que el escenario sería totalmente arreglado para que los resultados le favorezcan y seguir con el control de la organización, a pesar de que las encuestas apenas le otorgan un 8 por ciento en las simpatías de la ciudadanía, según alegan los seguidores del exmandatario.
El movimiento de protesta o repudio contra Vargas en Puerto Plata, se ha advertido, forma parte de las nuevas acciones que se diseñan para enfrentar al presidente del partido blanco de cara a lograr el manejo de la estructura de esa entidad, lo que mantiene esa organización en una crisis interna.
¿Y dónde está Hipólito?
Hasta los propios seguidores se hacen esa pregunta. Hipólito Mejía ha preferido mantener un bajo perfil y dejar que las circunstancias se acomoden a su lucha.
Sin embargo, nuevamente el Tribunal Superior Electoral vuelve a fortalecer el poderío de Vargas en el PRD, al fallar ayer contra un recurso que interpuso el grupo del exjefe del Estado sobre decisiones que fueron adoptadas por la Comisión Política sobre el proceso interno.
A la expectativa
Sin previo aviso Estados Unidos deporta a dominicanos que han cumplido condenas en sus cárceles por narcotráfico, homicidios y otros delitos.
Entonces desde que se filtró la noticia de que el excapitán Ernesto Paulino Castillo habría sido liberado tras nueve años de prisión, se especula que en cualquier llegada de deportados podría ser traído este conocido personaje junto a otros dominicanos.