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En la República Dominicana la fotografía inicia con la llegada de extranjeros que fueron enviados con la encomienda de retratar a personalidades y aspectos importantes de nuestra tierra.
A ellos se sumaban otros fotógrafos de carácter ambulante que, al igual que las compañías de teatro, se les veía de tiempo en tiempo.
Según Rodríguez Demorizi (1972), “el primero del que tenemos noticias fue A. Hartman, quien hizo aquí, en 1851, daguerrotipos de Santana, de Báez, de Monseñor Portes y de otros” (p. 145).
